Fandiño es sinonimo de sinceridad

SERGIO TAPIA HELFER

Me cuesta escribir hoy. Yo voy a una plaza de Toros, no a una de toreros. Y lamentablemente el Rey de la Fiesta, no se hizo presente. 6 toros de la colombiana “San Esteban de las Ovejas”, disparejos en presentación, en juego en todo.

Las ganas de ver un tercio de varas como el año pasado se diluyeron. Cada vez hay menos cosas que ver. Los detalles cada vez son menos. No respondieron en ninguno de los 3 tercios, salvo el 3ero el jabonero sucio que fue de lejos el mejor toro de la tarde. Los demás pegaban arreones, condición de manso más que de encastado. Fueron toros complicados, resabidos y que por el pitón izquierdo no tenían ni un solo pase.

Una vez ubicado el tema del toro, y dejando en claro que la medida de la tarde la imponen los animales, una crítica más al Juez y sus impresentables asesores. Además de los pesos y su evidente inflación, no puede ser que se presenten en una plaza de primera semejantes cornúpetos sin trapío. ¿EL JUEZ SABE QUE SIGNIFICA ESO, SABE DE ENCASTES?, estoy seguro que no. Estamos en manos de un indocumentado y varios sinvergüenzas. El alcalde Peramás sigue sin corregir sus errores.

Fandiño salió a hombros, creo que la primera fue la oreja más digna de la Feria. La segunda no la discuto, pero escuché a buenos aficionados que les gustó más en el segundo toro. Pero al margen de gustos que manera de entregarse, muy torero, citando de lejos, enseñando la femoral, sin aliviase, y lo más importante entrando a matar con el corazón por delante. Eso si no tiene precio. Ver a un matador que entra a matar tan derecho, ejecutándola suerte como debe ser, exponiendo la cornada por la verdad de su torero. Y generalmente poniendo la espada en el sitio o muy cerca de él, es para aplaudir y vale una oreja sin duda en cada toro. Como dice de Paula: “salga mejor o salga peor. Lo que vale esa intención”.

La semana pasada salí un poco decepcionado, pues esperaba mucho de él. Y esta vez no me defraudó. Luego de la corrida ya en el Hotel le dije 3 cosas, primero felicitarlo por el triunfo. Que realmente me había arrancado la oreja, sobre todo en el primer toro. Y le agradecí por entrar a matar de esa manera. Y que todo lo resumía en lo que me dijo un buen amigo en la Plaza. “Fandiño es sinónimo de sinceridad”.

De César Jiménez solo diré que estuvo por encima de de su primer toro anovillado. Y no me gustó en el segundo, porque para demostrar que un animal no vale hay que machetearlo, lidiar y abreviar, (va para Cubas y Roca Rey también) Tratando de sacar faena a animales que no valían nada  casi nada. Dio algunos buenos naturales un poco despegados, más por las condiciones inciertas del animal. No llenó las expecativas.

Cubas, Cubas, Cubas…. Que puedo decir de este muchacho. La semana pasada después de la corrida en un barcito al costado de la plaza, me encontré con un grupo de aficionados entre ellos el asesor de prensa de Cubas y alguno de sus ayayeros y amigos. Y aseguraban que Cubas se llevaba el escapulario. Antes de empezar la feria un miembro del jurado del escapulario, amigo mío, dijo “este es el año que Cubas se lleva el escapulario”. Así que me imagino todo lo que se comentaba alrededor del matador.

Este es tu año, este año no te roban, tú eres el mejor, como tú no hay mejor torero, y toda esa campaña estúpida de aspirar a llevarse el trofeo máximo. Es más sus seguidores decían y hasta se burlaban de lo que había pasado con Roca Rey la tarde pasada. Después de la corrida todos decían pobre Juan Carlitos, hoy estuvo irreconocible, apenados por lo que le pasó. Los periodistas taurinos al hablar de Cubas, más parecía que se les había muerto su mascota más querida.

Pero que daño que le hacen, que manera de engañarlo. Díganle la verdad, creen que si le dicen que es el mejor, que es una figura del toreo lo están ayudando. No pues…

En primer lugar, para sentirse torero hay que salir a caminar como tal. Pidió tantas veces torear con figuras y hace semejante mamarracho. En su primer toro, el segundo de la tarde era impresentable y además muy peligroso. Pero es ahí donde se ve la sapiencia y oficio de un matador. Resolver la papeleta de la manera más digna. Pero hasta  para despachar un marrajo,  hay que hacerlo taurinamente. Entrar a matar como sea citar como sea, no se puede permitir. Y ojo que no fue solo la porra, es muy fácil señalar a los bulleros, todos los tendidos de sol reclamaron con justicia. No se puede tapar el sol con un dedo.

Ni que hablar con el quinto de la tarde. Un Toro, el más bonito de todos, aplaudido desde la salida, y que se fue al desolladero sin verlo, ni por derecha ni por izquierda, porque Cubas se espantó. No sabía qué hacer con él. La gente empezó a gritar “Toro, Toro”, porque Cubas, sin confianza, sin ganas, a pedido del propio matador, el toro quedó muy crudo. Una falta de lectura de lo que era el animal. Necesitaba un segundo buen puyazo.

Ni que hablar de salir a los quites del cuarto toro, mejor se hubiera quedado en el burladero, ni siquiera puedo llamarlas chicuelinas deslucidas, eso fue cualquier cosa.

Si su apoderado es David de la Barra, que michi hace de picador la misma tarde, cuando debería estar con él desde la mañana hasta que se acuesta, llevándolo, dirigiéndolo. Cuando se supone lucha por ganar el escapulario. No se puede estar en dos lugares al mismo tiempo. Y justamente en el momento en que alguien se nubla, muy humano y comprensible cuando una tarde en Acho te pasa factura, y mil voces te dicen que hacer, como no preferir la voz de la persona que te lleva. Pero si está cumpliendo otra labor, es poco probable que pueda ayudar.

A todos esos que decían nos vemos la próxima semana, vas a ver a Cubas. A todos ellos que se burlaron de Roca Rey diciéndole tonterías, y que Cubas es más. A todos ellos que ya le habían entregado el escapulario sin antes haber toreado. Y repitiendo la gran mentira que no se lo dan porque es provinciano. ¿DONDE ESTÁN?. Hay que ser siempre humildes.

Y a ti Juan Carlos, amigo, torero peruano, si te vas a contentar con ser figura del toreo en plaza de provincia, perfecto. Pero que no te engañen y no te engañes a ti mismo. Y trata de rodearte de gente que te diga la verdad. Que si estas mal, que te diga que estas mal. No ayayeros sinvergüenzas que solo te cobran y te dicen eso porque viven de ti.

Cubas, ojala puedas recupera la ilusión de ser torero, de liarte el capote, de salir caminando con orgullo, con ganas de comerte el mundo. Y si pudieras trasmitir con personalidad ello, ten por seguro que así no cortes orejas, la porra te va a aplaudir. Porque el triunfo no está en las orejas, ni en el escapulario, no, se equivocan, el triunfo está en ser torero de verdad.