ERA SOLO 1 OREJA PARA MORA SR. JUEZ. SU IGNORANCIA ESTA MATANDO LA FERIA

SERGIO TAPIA HELFER

Miro la prensa taurina, y todos resaltan el “gran triunfo de David Mora”, 2 orejas, salida a hombros. Pero de qué clase de triunfo real estamos hablando si el público en lugar de quedarse a aplaudir al matador triunfador que sale a hombros prefiere salir a tomarse una cerveza rapidito, o llegar primero al auto para evitar el tráfico. Cuando en el teatro termina una obra maestra perfectamente ejecutada, la gente no se mueve de sus asientos durante minutos solo por aplaudir. Cuando uno ve un bello cuadro pintado se queda largos minutos apreciándolo.

Pero en este caso, los asistentes a la plaza secundados por un juez ignorante en temas taurinos, parece que estaban ávidos de orejas, ávidos de festejo, no sé si influenciados por el alcohol que ya para el tercer toro había hecho sus efectos. El tema fue que 2 orejas fue demasiado premio. Acho merece más, necesita exigir más. Eso de venir a hacer la América tiene 2 grandes responsables, los toreros que la hacen y los aficionados que lo permiten.

Mora a hombros, con el público yéndose, y eso que recién empezaba la vuelta.

¿No fue un verdadero triunfo, entonces?. 

Yo creo que no lo fue. Un juez que le regaló al menos la segunda oreja, sin sentido. Hace menos de 4 días pregunté al Juez cual era su visión, su criterio taurino, su concepto como juez de plaza para otorgar un premio, y no me supo responder. Es más no sabía de que estábamos hablando. 

Producto de ese desconocimiento, creo que otorgaron una segunda oreja que el público pidió pero que no se justificaba con lo visto en el ruedo. Además de una estocada trasera.

En el anterior artículo justamente Dámaso González decía “una cosa es torear  otra acompañar”. David Mora acompañó al cuarto de la tarde con mucha torería. Pero la faena se la hizo el toro. No fue una faena solida, cimentada en la profundidad el mando ni del temple. Sino en la sutileza del toque. Y nuevamente caemos en la emoción pueblerina del revolcón. A Mora lo coge el toro por sobrarlo casi al final de la faena y se salvó de una cornada. Mal el matador. Y el público se encandiló con el error y catapultó la faena a dimensiones que no tuvo.

Ahora yo no quiero decir que la faena fue mala, no para nada. Me emocioné, aplaudí, me llenaron los ojos esos cites de lejos, e incluso me arrancaron unos cuantos Oles! desde adentro. No como simple muletilla, sino realmente arrancados. Por eso pedí una oreja. El matador entendió al animal y con sapiencia supo sacar faena. Pero para 2 orejas se necesita más.

Fotos que desnudan una faena irregular con un toro muy justo, merecedor máximo solo 1 oreja. El juez que no sabe de toros le dio 2.

Estamos hablando del máximo premio, pues el rabo es extraordinario. El toro no fue extremadamente complicado, al contrario iba solito al toque de la muleta. Y aunque entró a matar con verdad y sin aliviarse, la espada cayó trasera, y si no los convencí con mis argumentos de apreciación taurina, la estocada es un argumento más evidente para no otorgar la segunda oreja.

Por ello no fue un triunfo rotundo, tan es así que ni siquiera los que pidieron la segunda oreja se quedaron a aplaudir a Mora.

E el sexto nada, solo decir que el toro se daño la pezuña como casi todos los Ahumadas desde el año pasado. NO MÁS ESA GANADERÍA CON PROBLEMAS GENÉTICOS.

Fanidño

Me decepcionó, pues en el primer toro no lo vi con muchas ganas. Era su primera vez en Acho y tal vez no conocía al público y sus gustos. El toro se rajó muy rápido y poco quedo por hacer. Quedo en deuda. Con la pierna retrasada hizo muy poco, sin confianza. 

Ya en el cuarto de la tarde, el toro desnudó las falencias del matador. La primera tanda de cambiadas muy ceñidas y luego una de naturales muy aseada y completa hasta el pase de pecho de pitón a rabo. Hizo estallar Acho. Sin embargo la faena se fue diluyendo pues el toro le ganaba muchos pasos de los tercios hacia afuera. Tal vez el toro en las rayas dándole tablas hubiera sido más franco y Fandiño hubiera sacado más provecho. La estocada valió la oreja, por su ejecución y colocación. El toro fue un manso encastado y complicado.

De Roca Rey solo puedo decir que respondió bien a los quites de Mora. Que le dio un par de trincherazos muy buenos al segundo de la tarde. Que no debió brindar un toro que estaba lesionado desde el primer tercio, el quinto que se rompió la pezuña. Igual que sus hermanos del año pasado.

EL TOREO SON DETALLES. La diferencia entre algo bien hecho o mal hecho es la afición.

 

Muchos buenos aficionados me hicieron ver el desgano e incluso que muchos iban mal liados en el paseíllo.  Hay que sentirse torro hasta para caminar.

Una vergüenza que salgan el 5 y 6 toro, corraleados desde hace 1 año. Son toros que quedaron del año pasado, ósea fue una limpieza de corrales. Acho y su público se merecen más. No solo por el precio que pagamos, sino por ser Acho una plaza que intenta ser de primera.

Cosa curiosa, casi al finalizar el paseíllo, el caballo de “El Toto” tropezó con el peto y el caballista al piso. Es que los caballos que salen no son de pica, son caballos usados para el paseíllo y completar la foto y formalidad. Apenas si 2 caballos están para picar. Todo por ahorrarse unos cuantos dólares.

 El picador acomodandose luego del accidente.