Peña Taurina Tendido 10

sábado, 28 de mayo de 2011

MAESTRO VIDRIE

FUENTE: http://www.google.com.pe/imgres?imgurl=http://www.abc.es/hemeroteca/imagenes/abc//16022002/espectaculos/web_42.jpg&imgrefurl=http://www.abc.es/hemeroteca/historico-16-02-2002/abc/Espectaculos/manuel-vidrie-mi-vida-ha-sido-siempre-a-caballo_78554.html&usg=__giDc0abU9oRtpB1LXGFXsWRDTyk=&h=287&w=180&sz=11&hl=es&start=1&zoom=1&um=1&itbs=1&tbnid=zknwqsUVrA1W-M:&tbnh=115&tbnw=72&prev=/search%3Fq%3Dmanuel%2Bvidrie%26um%3D1%26hl%3Des%26sa%3DN%26biw%3D1259%26bih%3D631%26tbm%3Disch&ei=sTjhTcOLKobKgQeryd3GBg


Manuel Vidrié, siempre a caballo. Ha cabalgado por senderos de pétalos y también de espinas, pero nunca lo ha abandonado la humanidad, que le rebosa por los cuatro costados. No es extraño que los profesionales del toro se hayan volcado con este rejoneador para homenajearle en Las Ventas el próximo 3 de marzo con un gran festival: Joao Moura y Leonardo Hernández, y a pie Ruiz Miguel, Curro Vázquez, Pepe Luis Vázquez y Julito Aparicio.


Vidrié, mientras espera sin aliento y enredado en un manojo de nervios que todo salga bien, habla para ABC de lo «privilegiado y asustado» que se siente, en una entrevista que se mueve por los terrenos de la sencillez, la elegancia y la sapiencia de un gran torero y una mejor persona. Cada palabra es un quiebro templado, un repaso a la carrera de un extraordinario rejoneador, a quien los recuerdos se le agolpan ahora que el planeta taurino le brinda un justo tributo en Madrid.

- Maestro, ¿cómo reaccionó cuando se lo comunicaron?

- ¡Tierra trágame!, fue lo primero que pensé. Me quedé bloqueado, no me lo esperaba.

- Y ahora, ¿qué siente?

- Por una parte, estoy lleno de alegría y satisfacción por saber que se acuerdan de mí, pero, por otra, me encuentro francamente mal, porque tengo miedo. Ese día me sentiré como si fuera a debutar, va a ser muy emotivo. Espero que los nervios no me traicionen.

TEMOR

- ¿Cuál es ese temor exactamente?

- Sentirme defraudado porque no salga bien. La verdad es que estoy preocupado, puesto que no sé cómo va a responder la afición, después del esfuerzo que están haciendo los compañeros y la comisión organizadora.

- Se han volcado muchos profesionales con el festival.

- Sí, me siento un privilegiado. La idea surgió de Pío García-Escudero y José Pedro Gómez-Ballesteros, apoyados por más gente. Agradezco especialmente el gesto a los toreros, tanto a los que están como a los que no y les hubiese gustado, porque sé que Madrid es muy duro siempre.

- Será un cartel mixto en el que se anuncian también algunas sorpresas.

- Me consta que muchos quieren estar ahí ese día. Junto a Joao Moura y Leonardo Hernández actuarán toreros de a pie, con los que siempre he tenido una buena relación, como Ruiz Miguel, con el que me une una gran amistad, Curro Vázquez, Pepe Luis y Julito Aparicio, que, aparte de ser grandes toreros, son excelentes personas.

- Además, Aparicio ha sido su sucesor en la organización del festival de Chinchón, donde irán a parar los beneficios.

-Sí, los donaré al asilo de San José de los ancianos desamparados, que lo llevan unas monjitas. Yo no necesito el dinero.

Toreros con la generosidad de Vidrié necesita la Fiesta. Su corazón es una pradera inmensa vestida siempre de limpio. Maneja con temple las riendas. Nunca una mala palabra ni un gesto feo. Él recibió ayuda cuando la necesitaba, de manos de un gran maestro, Don Álvaro Domecq. Se emociona cuando habla de él y de la carta que le escribió y cambió su vida.

- Si en mi carrera tengo que agradece algo a alguien es a Álvaro Domecq Romero y a Álvaro Domecq y Díez, que me acogieron en su casa y me enseñaron. Yo andaba por entonces en la parte seria del «Chino Torero», toreando de mala manera por los pueblos. Me faltaba aprender un poco lo que era la conexión con el toro, las querencias, las distancias, tener más relación con el campo. Entonces les escribí una carta y me acogieron, en un principio quince días.

- Quince días que al final serían diez años...

- Así fue. Como anécdota puedo contar que a los dos semanas me dijeron: «Haz la maleta y vuelve a tu casa... Vuelve para coger más ropa, que te quedas con nosotros el tiempo que desees». Allí estuve una década.

- No obstante, en sus comienzos hizo trabajos de doblaje en el cine, donde se codeó con personajes como Anthony Quinn, con quien le unió una gran amistad.

- Sí, y al principio me hacía mucha ilusión eso de doblar a actores como Charlton Heston, en «El Cid» o en «La caída del Imperio Romano», pero tuvo su contrapartida...

- Todos los ramos de rosas tienen espinas...

- Pues sí, porque esa etapa fue realmente dura. Lo hacía por necesitad y no porque me gustara. No tenía más remedio que recurrir a ello para sobrevivir y mejorar mi cuadra. Guardo un mal recuerdo.

- ¿Tantas secuelas le dejó?

- Todos mis problemas de salud y de columna vienen de esa época por los tremendos porrazos que tenía que darme. Las caídas me destrozaron el cuerpo. La satisfacción que me queda es que me he relacionado con los actores más importantes, enormes profesionales que valoraban y agradecían lo que yo hacía.

- Aun con los huesos quebrados, usted sigue montando...

- Me he preparado una montura especial que me sujeta mucho para poder montar. Pero monto, sólo monto. Paso mucho tiempo en el campo.

- No tiene raíces taurinas, aunque en su familia existía relación con el mundo ecuestre.

- Mi abuelo trabajaba en el Depósito de Sementales de Alcalá de Henares. También mi padre formaba parte de la Escuela de Equitación del Ejército. De ver tantos caballos me viene a mí esta afición.

AMOR POR LOS CABALLOS

- Usted adora los caballos.

- Forman parte de mi vida: los he cuidado, los he mimado, hemos entrenado juntos. Ha llegado un momento en el que han acabado siendo parte de mi familia y cuando han padecido algún contratiempo he sufrido mucho.

- Le habrá costado entender sobremanera el atentado a la cuadra de los hermanos Domecq, a los que apoderó durante tres temporadas.

- Cuando ellos se enteraron, yo los acompañaba. Fue un momento dantesco. Nadie puede asumir aquello. Esperemos que un día se sepa la verdad de todo y se haga justicia.

Como justicia se hará el 3 de marzo en la Monumental de Las Ventas con Manolo Vidrié.

- Han pasado cuarenta años desde su presentación en Madrid, donde abrió siete veces la Puerta Grande.

- ¡Oh! Las recuerdo con especial cariño. Todas tienen su significado, como aquella en la que salí a hombros junto a Joaquín Buendía. Es el sueño cumplido de todo aquel que se monta a caballo.

- Ha citado a Buendía, pero ha compartido cartel y conocido a otras figuras.

- Sí, a los Domecq, Peralta, Moura, Vargas y a otros muchos.

-En la actualidad, ¿qué momento atraviesa el escalafón de rejoneadores?

-Existe una baraja de toreros grandes.

-Hermoso de Mendoza dice que ha bebido en sus fuentes.

- Está rompiendo todos los moldes y que se diga que es una similitud a cuando yo empezaba me gusta.Sinceramente, me halaga.

- Háblenos de «Cagancho».

- Es una primerísima figura, un caballo revolucionario, pero cuando Hermoso sale a la plaza sin «Cagancho» no se le echa de menos, porque Pablo es un torerazo.

- Usted también contó con extraordinarios equinos, como «Neptuno».

-Tuve varios que tenían el sentimiento torero que poseen los grandes caballos, como «Neptuno», «Aranjuez», «J.B.», «Hazaña», «Favorito» y muchos más a los que me da pena no mencionar.

- ¿Ha evolucionado mucho el arte ecuestre?

- Ha cambiado en los pilares de la forma de torear mía y de otros compañeros. Existe una gran diferencia: no se corre tanto, se está más en contacto con el toro, se tiene a los caballos más domados, además de diversas cuestiones difíciles de concebir. Lo que está claro es que ha evolucionado para bien. Hoy se rejonea mejor que nunca, sin lugar a dudas. De todas maneras, en aquellos tiempos costaba mucho más trabajo darse a conocer, ya que los medios de difusión no eran tan amplios.

- ¿Existía tanta competencia como ahora?

- Fueron momentos de mucha competitividad y bonitos. Yo surgí de la nada y compartir cartel con las figuras fue un orgullo.

- Fue en la plaza de Sevilla donde tuvo su primer éxito rotundo.



- Sí, fue en una sustitución de Lupi. Alvarito le dijo a Diodoro Canorea que torease yo. Triunfé y así comenzó mi carrera de torero, porque yo me siento, ante todo, torero. Eso sí, mi vida ha sido a caballo siempre.



¿QUÉ ES TOREAR?



- ¿Qué es torear?



- Es un arte en el que se conjuga la inteligencia del hombre con la fiera, el toro. A caballo sería lo que un animal es capaz de hacer, con la matización de que él no estaría por si solo en la plaza, sino que somos los hombres los que lo domamos y los culpables de que esté en el ruedo. Además, como animales que son, tienen sus días buenos y malos. Tenemos que ser muy psicólogos y compenetrarnos, como un centauro, tapándonos unos a otros los defectos.



- ¿Y el temple?



- Es la forma de llevar el toro de la manera más ajustada posible. Si el toro da tres trancos, que el caballo dé uno más. Así estarán siempre en contacto. El temple es básico en una buena actuación.



- ¿Ha cuajado esa faena con la que todos los toreros sueñan?



- No, sería una mezcla de varias faenas completas y ni aun así la habría alcanzado, aunque en mi mente tengo recuerdos muy bellos.



- ¿Sigue soñando con ella?



- Muchos días, esta noche por ejemplo. En sueños me veo toreando, queriendo alcanzar la perfección. Torear es un placer irrepetible.

Un placer es hablar con usted, maestro.

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