SERGIO TAPIA HELFER
Al Juli le regalan una oreja mantando al juipie, que no es otra cosa que la mentira, la vergüenza del torero, la forma menos taurina y colmada de mala intención. Y pocos han sabido apreciar la estocada fulminante al segundo toro. Que salió la tarde de ayer en Madrid, que fue poco menos que un PETARDO de dimenciones interplanetarias. Serafín Marín, muy bien y mejor con el estoque. UNA ESTOCADA DE VERDAD.
Qué manera de entrar a matar!. Con la espada en el corazón, la verdad en la intención. Tanto así que el pitón del toro estuvo apunto de partirlo en dos por el pecho. Gracias a la Virgen de la Macarena que solo le rasgó la camisa. Pero Serafín Marín gracias por poner las cosas en su sitio, aunque Madrid no sepa que es el TOREO, LA VERDAD.
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