SANCHEZ VARA PEDAZO DE FAENA

SERGIO TAPIA HELFER

3era corrida de abono de Chota, ocurrida el domingo 27 de junio. Toros de Monterrey (colombiana) para los matadores Juan José Padilla, Javier Sánchez Vara y Alejandro Esplá.

Empezaré por el quinto toro de la tarde, que le salió a Sánchez Vara. Un buen animal no para indulto como pidieron, pero si para vuelta al ruedo como la PT 10 pidió y el juez no concedió. Sin embargo quiero repasar la faena de muleta de este español. Y me faltarían palabras para describir lo que se vio en el ruedo. Bueno, esto último es retorico pues creo que apenas si 30 personas lo vieron es mucho de las 7 mil que había. Y además dos preguntas, ¿Qué clase de reventadores somos, que aplauden una faena hasta las lágrimas?, ¿Señor Rubio ud. entendió esta faena?

Caray que manera de llevar los naturales, templados, sacando la pierna adelante como debe ser y mandando en el toro. No simples trapazos. Por la derecha y por la izquierda, adornándose toreramente al salir después de cada tanda de manera limpia. Parado sin rectificar jugándose la cornada por citar de frente. Y después de cada pase, mirando al tendido que había matraqueado las cosas feas, pero que ahora se rendía ante el arte puro del toreo. Caray me emociona contar que este hombre toreó para nosotros cuatro, esos malcriados del PT10 que fregaron tanto objetivamente, pero que ahora le agradecen a Sánchez Vara habernos regalado una de las mejores faenas que hemos visto. El toro sin duda ayudó, y entendemos al matador haberlo querido indultar, sin embargo no creemos que haya tenido la bravura suficiente en el caballo. Pero calidad sin duda que había.

Javier Sánchez Vara nos llegó a emocionar con cada muletazo, hasta rabiar. Tendré en mi retina esta faena, que solo unos pocos entendieron. Hubo una conexión entre el torero, la PT10 y los 30 aficionados que la vieron y saben apreciar el toreo puro, hubo verdad. Nos levantamos del asiento y vimos como un ser humano, se jugaba la vida para callarnos la boca, que decencia. Dejar las matracas y pitos de lado, para aplaudir y gritar. Gracias por tu sinceridad en el toreo. Y él nos decía desde el ruedo después de cada uno: “va por ustedes”, “miren lo que estoy bordando, va este por ustedes”, y nos retaba a ver si había bronca, pero lo único que podía haber eran aplausos.

Los cánones que Domingo Ortega describe en su forma de entender la tauromaquia, es como nosotros también la entendemos. PARAR, TEMPLAR, CARGAR y MANDAR.

Sánchez Vara, los cumplió en gran parte de la lidia, sin aliviarse, casi siempre por la panza de la muleta. Se paro en el sitio correcto del toro, ni fuera de cacho ni nada. Templó al toro en cada embestida citando de frente, sin enmendar la pierna jugándose la cornada. Cargando la suerte en casi todo los pases, muy torero para finalmente mandar al toro no por su carril para dar un trapazo, sino para dejarlo atrás con la muñeca y colocado para la siguiente pincelada. Lástima que el estoque no ayudó a redondear la faena. Aunque bien colocado, la media no lo mató. Sin embargo reconocimos su verdad, y fue al único que le tiramos sombreros y hasta mi bota de vino para brindar por tremenda faena. Finalmente le dieron las dos orejas.

Me pareció muy raro, que al matador Sánchez Vara no le otorgaran una oreja en su primer toro pues hizo buena faena y solo le concedieron vuelta al ruedo.

Ahora me referiré al resto de la corrida

Los toros colombianos bien presentados. Acudieron en su mayoría al caballo de buena forma y con bravura, se dieron buenas puyas y algunos dieron pelea. Encastados y con buenas condiciones para lidiar. Sin llegar a ser animales bobos.

Juan José Padilla, pues en lo suyo. Sin en la primera tarde fue casi en sinvergüenza, el domingo estuvo totalmente en payaso. La diferencia es que se dio integro con lo que sabe hacer. Trapazos y payasadas que el público de Chota que aspira ser la segunda plaza del Perú, aplaudió a rabiar y entregó 3 orejas sin dudar con gran cantidad de pañuelos.

No se podía pitar, pues sin duda Padilla estaba entregando ganas, algo que no ocurrió la primera tarde, pero aplaudir desplantes rodilla en tierra y tocando la cabeza del toro con su cabeza pues sin duda emocionará ante un Miura, pero ante un Monterrey de 400 Kilos, afeitado pues más parecía una burla al público asistente.

Alternó banderillas con Sánchez Vara que una vez más le pegó el baño, pues mientras Padilla de adorna mucho y las pone a toro pasado, Sánchez Vara aunque no las clave en el sitio siempre intenta ponerlas en la cara del toro. Dos cosas rescatables, como primer espada es el director de lidia y con su avasalladora personalidad efectivamente cumple con su labor. Además propició una competencia de quites con el capote en el cuarto toro, con Sánchez Vara y Esplá. Se vieron Afarolados invertidos, Navarras, Gaoneras, todas ellas muy bien ejecutadas.

Finalmente Alejandro Esplá, es un tema aparte. Pues el hijo del maestro tiene tantas cosas interesantes y buenas como errores. Producto de falta de experiencia o no se qué. Esperemos que las supere. El primero era un toro mirón y resabido que lo cogió dos veces sin consecuencias. Bien con el capote y la muleta pero fue un desastre con el descabello, casi le encierran el toro. Le perdonaron el tercer aviso.

Igual que la primera tarde nos regaló con el capote y la muleta cosas muy puras, hondas, aseadas, sin aliviarse. Se nota que torea a su gusto y relajado. Además tiene mucho arte para salir del toro, nos hace recordar a Morante con las salidas “belmontinas”. Pero le falta afinar su estoque. Y aunque le regalaron la segunda oreja en él último toro, el matador y algunos entendidos aplicaron la ley de la compensación por las anteriores buenas faenas pero que había malogrado con la espada. Yo no comparto esa teoría y se debió ir solo con una oreja.

Dos detalles, luego del desastre ocurrido con el tercer toro, Esplá se acercó a nosotros y nos agradeció la matraqueada por el lo hecho con el descabello, “me he ganado las matracas a pulso, estuve muy mal. Gracias”. Aprendan los demás que el que sabe ver toros, sabe aceptar las broncas, porque es parte de la fiesta. Sánchez Vara invitó a "Tachuela" banderillar, hizo justicia por el gran par que había puesto el día anterior, que fueron el mejor par de la feria de Chota.