¿SILENCIARON LAS MATRACAS?, APARECIERON LOS APLAUSOS

2da. Corrida de abono de la feria de Chota. Toros de la ganadería colombiana de Guachicono. El quinto fue cambiado por manso, el sobrero y el sexo de la ganadería también colombiana de Monterrey. Para los matadores Hernán Ruiz “el Gino”, Francisco Sánchez Vara y Alejandro Espla. Los matadores con un respeto especial a la porra del P10.


La ganadería Guarchicono presentó buenos toros, con casta, que se rajaron al final pero dieron brega y emoción, complicaron a los matadores y subalternos. Acudieron al caballo aunque por falta de fuerzas no dieron más lucha. Muy superiores a los del día anterior. Incluso el quinto de la tarde un toro con trapío y hechuras que podría salir en cualquier plaza del primera del mundo. Fue aplaudido a rabiar por la porra del T10, el alcalde y 10 taurinos más. ¿Qué clase reventadores somos?. Incluso y a pesar de la evidente despuntada tenía un par de perchas en la cabeza. Lastima que era pudo empaque, porque fue totalmente manso y fue cambiado. Los de Monterrey toros más pequeños, más manejables para los matadores y con un poco más de calidad en la embestida, pero dejaban mucho que desear en presentación.

“El Gino”, se superó largamente al día anterior. Le salió la vergüenza torera y dio buenos lances de capote, incluso por Navarras. Con la muleta bastante más sobrio y con mejores recursos que el día anterior. Menos rimbombante con adornos sin sentido y se preocupó de salir toreramente de los pitones del toro luego de cada tanda. Se mando un gran redondo, y luego un 3 en 1 con calidad. En el primero falló con la espada y se ganó su vuelta al ruedo. Con el cuarto de la tarde la estocada fue discutida incluso en la porra del T10. Oscar Contreras pito, Paccini sentado inmutable y Rolando con pañuelo blanco pidiendo una oreja.

Sin embargo el juez le regaló la segunda, esa si totalmente fuera de lugar. Antes de ello, la gente pidió indulto al astado, pero no fue mayoritaria y la PT10 paró lo que hubiera sido una vergüenza. Pues el animal fue bien por ambos pitones y largo, pero no termino de romper.

Sánchez Vara, puso banderillas. Algunas a toro pasado más por defectos del toro que se tropezó que por la intención de la ejecución, pero con bastante torería. En su último banderilleó en la cara y fue muy aplaudido.

Tuvo faena variada, con valentía, por la panza de la muleta, sin abuzar del pico. Le faltó un poco de colocación sobre todo con su primer toro. Pero lastima que en ambos casos malogró faenas de una oreja con el estoque. La suerte de matar de Sánchez Vara fue bien ejecutada pero con pinchazos arriba, lastima que fueron sucesivos y perdió todo. Fue bien reconocido por la porra P10 que lo obligó a salir saludar.

De ser el hijo de Esplá, pasó a ser Alejandro Esplá. Con gran garbo, arte y torería a sus dos toros. El primero de Guachicono, bastante mejor que el último de Monterrey. Aunque ambos les dio varias tandas muy aseadas de naturales, con calidad, que nos hicieron parar de los asientos varias veces, con fuertes palmas. Estoqueó bien su primero pero para tratar de asegurar su triunfo trató de estoquear nuevamente y ahí perdió todo pues las cosas ya no salieron bien. Descabelló mal y nos dejo con los pañuelos en la mano.

Igualmente en el último de la tarde para Esplá, mejoró incluso ante un descastado toro, pero nuevamente malogró todo con la espada. Aunque dejó un buen sabor de boca en los exigentes paladares que estábamos ahí.

En los dos toros de Esplá de dieron dos particularidades. En el cuarto toro se dio la mejor puya de la feria, ejecutada por Cesar Caro. Aplaudida a rabiar por la PT10. Igualmente el último toro “tachuela” ejecutó el mejor par de banderillas con calidad en la cara del toro y sin lugar de escape contra barrera puso en todo lo alto y también fue ovacionado por la gente. Lo salvaron sus compañeros por encima del burladero.

Otros detalles; la autoridad mejoró sustancialmente luego que le recomendáramos que no podían pasar de de tercio de banderillas sin completar 4 palos arriba. Además de mayor orden en la lidia y orden en las bandas de música. Por ello no se llevaron ni una sola protesta de la porra PT10, salvo la oreja regalada a “El Gino”.

Sin embargo las amenazas siguieron de los matones del alcalde. Nos prohibieron la entrada de matracas, sin embargo nos las ingeniamos para meterlas. Esta vez sonaron menos pues los toros cumplieron, la autoridad cumplió, los toreros cumplieron y el publicó bastante mejor. Seguimos aguantando puya con cojones. Un abrazo.