TENEMOS UN ALCALDE ANTITAURINO O ES MIEMBRO HONORARIO DEL TAURINEO

La psicología del público que asiste a las corridas de toros en el mundo ha sido largamente estudiada, uno de esos tratados es el del psicólogo Fernando Claramunt López que aparece en el tomo VII de Los Toros de José María de Cossío y del cual extraigo unas líneas:

“Por otra parte, los espectadores difieren según el grado de implicación emocional; …los que vienen con pitos, cencerros y otros instrumentos….”

“Una vez dentro de la plaza, las violaciones del reglamento reales o percibidas como tales, y la frustración de las expectativas por fallos del ganado o de lidiadores exaltan la agresividad potencial de la masa congregada.”

O en una de esas tantas tardes del Faraón de Camas Curro Romero en la Maestranza, donde en un petardo acostumbrado de ese genio del toreo, salió entre almohadillas e insultos de la plaza y un aficionado en barrera le grita: “Curro el próximo año ten la seguridad que vendrá a verte tu puta madre y yo”.

Un viejo aficionado de rancia solera como lo es el Dr. Juan Vicente Ugarte del Pino me dijo: “Al Papa Negro en 1,916 le sonaron los cencerros y matraca y por su buena actuación en la siguiente tarde, al dar la vuelta al ruedo, la porra de ese tiempo le arrojo un cencerro y lo tienen en el museo de Luisa una amiga de los Bienvenida.
A Joselito en Lima en su primera tarde le sonaron los cencerros.
El corresponsal en Lima de la revista Sol y Sombra de ese año tenía como seudónimo; Matraca.
Es lo poco que se al respecto”.

Zeñó Manué, en su libro Tendido 5 Barrera 25 dice: “Para que exista este arte incomparable es menester reafirmarlo sobre su propia esencia: su sentido trágico. Y para que ese se levante en el ruedo es absolutamente necesario que no menoscabemos la prestancia del toro. Vivimos en la realidad y no pedimos retornos imposibles. Pero viviendo en ella podemos exigir el imperio de la verdad. Que los toros sean toros bravos. Toros y bravos. Y eso depende de que los ganaderos críen toros bravos. Frente a ellos sólo podrán erguirse los toreros.

Y en habiendo toros y toreros la fiesta seguirá su curso, con altibajos, como siempre ha sido pero enchida de esa belleza que nace del roce de la muerte.

Repetimos lo que hemos pregonado hasta el hartazgo. Contra la falsificación y la burla, contra el desborde mercantil de quienes sólo piensen en el negocio, mal tratando un espectáculo que nos es tan entrañable, existen unas pautas. Se llaman el Reglamento. Está en mano de la autoridad. De ella depende, pues el porvenir de la fiesta. Sólo ella puede impedir que los ganaderos lidien novillos en vez de toros, que los picadores se ensañen al ejecutar la suerte de varas, que los matadores o los apoderados pretendan trampear a los aficionados. En una palabra, de ella depende el decente desarrollo de las corridas. También de quienes escriben en los periódicos, que están obligados, por encima de otra conveniencia cualquiera a decir, bien o mal, la verdad. Y de los aficionados, por supuesto que no debemos cejar en nuestro noble empeño de contribuir con la protesta o el aplauso en la plaza, a levantar el pendón de nuestra fiesta predilecta”.

Lo mencionado líneas arriba no hace mas que demostrar, que la protesta en la fiesta de los toros es parte de la misma, es la expresión mas genuina de hacer ver los errores de la autoridad, de la empresa, de los ganaderos y de los toreros.

En Acho, la protesta organizada por un grupo de aficionados se le llama porra. La porra desde el siglo XIX siempre ha existido. Se hace sentir, con pitos, matracas y cencerros.

Pero un grupo de advenedizos que brillan por su ignorancia en temas taurinos le susurran al alcalde Peramás, que esa metodología de protesta debe desaparecer. ¿Son acaso los nuevos genios que quieren revolucionar el espectáculo taurino? .

Al parecer ya entraron en pánico y no saben como callar la protesta que se viene. Las transgresiones al reglamento, el consejo taurino formado por una sarta de indocumentados, el jurado digitado, lo que todos comentan de que el ganado del 2 de diciembre son novillos acochinados, el afeitado que exigen las figuras para esa tarde. Por todas estas barbaridades, de las cuales son consientes que se dan y darán, y que los aficionados, que no son tontos, lanzarán su grito al cielo de la manera como se protesta en una plaza; esto es con las porras.

El pretexto para llevar a cabo este despropósito será la prohibición del ingreso de “objetos contundentes” que puedan dañar la integridad física de los concurrentes y del ruido excesivo que producen molestias a ciertos espectadores. Fabricarán cartas de quejas para sustentar tremendo despropósito y que atentaría con una tradición de muchísimos años.

Alcalde, preocúpese que sus esbirros hagan cumplir el reglamento y que no apañen la sinvergüencería, el engaño y la estafa. Esa es la mejor manera de acallar la protesta, que se cumpla el reglamento.

Para muestra basta un botón, aquí detallamos todas las transgresiones reglamentarias cuya responsabilidad es exclusiva del alcalde y del ignorante de Vega Neciosup:

El artículo 1°.- en lo referente al público asistente, el articulo en mención dice que el reglamento tiene por objeto la garantía de los derechos e intereses del público. ¿Ustedes creen que esto se cumple?. Creemos que la respuesta es mas que obvia.

El articulo 16°, en cuanto no exigen a la empresa que se coloque en el programa oficial que las reses que se lidian tienen sus defensas intactas.

El artículo 25°, que regula que gente debe de ir al callejón y en la actualidad es un tendido mas por la cantidad de gente, aparte de ser una cantina.

El articulo 66° inc. j, aplicar las sanciones previstas en este reglamento. Nunca sancionaran a nadie.

El artículo 69° Habla sobre el numero de puyazos que debe recibir el toro (3) y en novillada (2), de lo contrario se le condena a banderillas negras. Se considera que el toro ha tomado los puyazos reglamentarios cuando lo ha hecho en la forma normal establecida en el reglamento. Asimismo podrá ordenar el cambio de tercio con menos de tres puyazos cuando el toro haya recibido el castigo suficiente, sin que ello implique las banderillas negras. Primero se cae Acho, antes de que cumplan con este articulo.

El articulo 170° dice que el pesaje de de los toros se realizará en público a su llegada a la plaza. Alguien sabe cuando llegan los toros?, avisan de su llegada?, el pesaje es público? NO para estas preguntas, es mas Puga tiene costumbre de poner matones armados para cuidar sus animales, como si Acho fuera una isla fuera de toda jurisdicción legal.

El articulo 171° dice que el reconocimiento de la reses por parte de los veterinarios versará sobre sanidad, edad, trapío, defensas y capacidad para la lidia. Díganme ustedes si esto se cumple, o acaso en lo que va de corridas no han devuelto reses al corral.

El articulo175° en su segundo párrafo dice que la empresa deberá disponer de una balanza automática o semiautomática, cuyo modelo contará con la certificación de entidad oficial  autorizada, lo que se verificará con anticipación por la autoridad. Ja, ja, ja, nadie muestra el certificado de calibración, antes la municipalidad lo colgaba en su pagina, desde la gestión de Peramás esto es un salido a la bandera. Por eso que los pesos publicados en las pizarras es producto de la imaginación.

El articulo 181° habla del procedimiento del análisis postmortem. Nada de esto se cumple.

El articulo 183° habla de las sanciones cuando las reses se encuentran afeitadas. Nunca han sancionado a nadie y que yo recuerde hace muchos años no se lidian toros en punta. Todos los afeitan.

El articulo 226° inc. e, para estas autoridades no existe, ya que es el que faculta a los aficionados a pedir el análisis complementario de astas. Que lo van a cumplir, si todas están afeitadas.

Y por ultimo la tabla de sanciones es un adorno del reglamento, ya que nunca sancionan a nadie. Esto es el reino de la impunidad.

Finalmente nos hacemos la pregunta. ¿ Peramás es antitaurino o la mafia lo captó a su bando?, respondiendo esto sacaremos muchas conclusiones.