Los Achury Viejo

Como bien sabemos los toros a presentarse el día de hoy 11 de noviembre en Acho (1era Corrida de Abono) son de la ganadería colombiana de Achury Viejo; creemos importante y fundamental que todo aficionado sepa a priori cuales son las principales características de los toros que "saltarán" a la arena cada tarde. Por ello antes de cada corrida, publicaremos una pequeña reseña de la ganadería y los toros que toquen lidiar cada fecha.

Procedencia

Localidad: Sesquilé

Provincia: Cundinamarca

País: Colombia

Divisa: Oro, verde y grana.

Señal de oreja: Traba y zarcillo en ambas orejas. 
Finca principal:Sesquilé C.P. (Cundinamarca) 
Propietario: Felipe Rocha Marulanda 
Representante: Felipe Rocha Marulanda 

Historia

El origen de esta ganadería, una de las más antiguas del Colombia, se remonta a 1933. En ese año Don Benjamín Rocha Gómez, fundador del hierro, acompañado por Manuel Piquero y Santiago Iriarte, se dio a la tarea de seleccionar en el Tolima, entre lotes de vacas cuneras, a las más bravas y de mejor embestida. En 1935 Don Benjamín Rocha adquiere 30 vacas y 3 sementales de Mondoñedo, de Don Ignacio Sanz de Santamaría, de procedencia del Conde de Santacoloma y el Duque de Veragua. Las lleva a pastar a la Hacienda El Aceituno en el Tolima. Traslada su ganadería, en 1947, a sus dehesas de Achury Viejo, una antigua hacienda que ha sido propiedad de su familia desde los tiempos de la colonia. En 1953 importa directamente 22 vaquillas y 2 sementales del Conde de La Corte y 20 vacas portuguesas de Soler. En 1962, en compañía de Jaime Vélez, importa 25 vacas de Buendía y 25 de Felipe Bartolomé, con 2 sementales de la misma línea llamados "Campeón" y "Soberano". Estos productos se lidiaron inicialmente a nombre de "Cayetano Rabón". Disuelta la compañía Rocha - Vélez continuó lidiándose, hasta ahora, como Achury Viejo. Las últimas importaciones se hicieron en 1982, cuando Don Felipe Rocha, heredero de la ganadería, trae vacas y sementales de procedencia Jandilla; y en 1992 con la llegada de vacas y sementales españoles de Alcurrucén y portuguesas de Don Joao Moura.

Encaste Santa Coloma

Características Morfológicas: 

Se trata de un toro armónico y proporcionado, bien hecho, bajo de agujas y fino, que se corresponde con un estándar de peso bajo, perfil cóncavo y talla pequeña.

El conjunto de los ejemplares exhiben encornaduras de desarrollo corto o medio en relación con el conjunto de la raza de lidia. Sus ojos son saltones y muy vivaces de mirada y el hocico es respingón, pudiendo acabar en punta (hocico de rata) por influencia de la sangre de Saltillo.

El cuello es ancho, poderosos y musculado, con una longitud media. La papada es poco perceptible (degollados) y contribuye a mantener la línea estilizada de los animales.

El tronco es armónico y la línea dorso-lumbar recta o ligeramente ensillada. La grupa aparece redondeada y amplia, mientras que las extremidades y la cola son considerablemente finas.

Los pelajes típicos son el cárdeno en toda su variedad y también el negro. Además aparecen ejemplares tostados y, de forma más minoritaria berrendos

en negro y en cárdeno y también colorados y castaños. Estos dos últimos tan sólo aparecen en las ramas de Coquilla y Graciliano Pérez- Tabernero, en las que es más predominante la sangre ibarreña.

Comportamiento:

Los ejemplares derivados de este encaste tienen muy definidas sus características de comportamiento, que se aprecian no sólo en lo que se refiere a su respuesta frente a los estímulos que supone la lidia, sino también en el campo, en las relaciones con sus hermanos de carnada para el caso de los machos o con sus compañeras de piara para lo que se refiere a las hembras, o su actitud ante cualquier circunstancia que modifique su hábitat natural.
Al llegar a adultos los toros de Santa Coloma suelen acentuar su agresividad, se vuelven más peleones y mantienen los enfrentamientos durante todas las épocas del año, de modo que las bajas que se producen en cada carnada suelen ser considerables y, en la mayoría de los casos, superiores en porcentaje a las que padecen ganaderías que crían ejemplares de otros encastes.
Una agresividad tan acusada hace que su manejo, siempre complicado en todos los ejemplares de la raza, acentúe más las dificultades en este caso. Al ser tan competitivos, los ejemplares de este encaste tienen los nervios a flor de piel, parecen permanentemente dispuestos al enfrentamiento y se hermanan menos que otros toros.
Las peculiaridades de los vacunos derivados de Santa Coloma quedan también patentes en las reacciones que ofrecen en las plazas de toros, donde su respuesta natural a los estímulos suele estar presidida por la viveza y en ocasiones por la agresividad.
Son ejemplares por lo general muy encastados, que embisten fuerte y no se entregan con facilidad. Rara vez dan lugar a que tengan que correr detrás de ellos y, por el contrario, muchas veces pueden asustar a los toreros, a quienes cuesta entender su forma de embestir y a quienes agobian sus embestidas repetidoras, que pueden acabar por desbordarles.
Al toro de santa Coloma hay que entenderlo desde el principio de la lidia y no equivocarse con él, pues su listeza natural les lleva a aprender rápidamente de los errores de los diestros, con lo que pueden desarrollar sentido con facilidad.
Junto a la viveza que transmiten en todas sus reacciones, ofrecen una marcada característica a venirse arriba, sobreponiéndose al castigo que hayan recibido en el tercio de varas, donde suelen dar buena prueba de su casta.
Son toros muy temperamentales y por ello sus principales virtudes son la transmisión, el galope y la repetición de las embestidas, que llevan la emoción a los tendidos y que en los mejores ejemplares deben ir acompañadas por la fijeza, el desplazamiento y la capacidad para humillar.
Por el contrario los inconvenientes más acusados de su forma de embestir derivan de su facilidad para aprender, para darse cuenta del engaño, lo cual puede llevarles a quedarse cortos o reponer en la muleta. Otro defecto que pueden acusar con cierta frecuencia es el de embestir con la cara a media altura y el peor de todos, cuando aparece, es la falta de fijeza que puede hacerles salir con la cara alta de los muletazos, como despistados y mirando al público o al cielo, unido a una sosería impropia de los vacunos de este encaste y que ha comenzado a aparecer en aquellas ganaderías que han pretendido dulcificar la embestida de sus reses.

Los toros en los corrales de Acho

# 150 con 501 kgs.

# 109 con 517 Kgs.

# 161 con 527 Kgs.

 # 143 con 480 Kgs.

# 410 con 508 Kgs.

# 127 con 492 Kgs.

Estos son los toros a lidiarse este domingo 11 en Acho. No se sabe realmente que porcentaje de la sangre es santa coloma en estos bichos, pero esperamos que aflore la raza y picante que normalmente no se ve en las corridas del G10 con el monoencaste Domecq o derivados. 

Fuentes:

Mundotoro.

http://www.cetnotorolidia.es.

Afición Perú (fotos).