POR FIN NOS DIERON VINO

SERGIO TAPIA HELFER

El domingo me levanté extrañando que sea un domingo de Feria en Lima. Vi los trastos de la Peña con los que hacemos toreo de salón, me eché unos lances en mi jardín imaginando un toro. Tenía ganas de ponerme mis botas camperas, felizmente mi familia salió de día de campo y pude disfrazarme para calmar mis ansias. Prometían buena carne y buen vino.

Ya en el campo sabía que había algo imperdible por Internet en las ventas de Madrid. Anunciaban 6 toros 6. La diferencia eran toros de verdad, de Fernando Cuadri. Así que vestido para la ocasión, al medio día me disponía a ver el interesante encierro. Y descorchábamos después de tiempo algo bueno, por fin nos dieron vino!

Muchos critican y no entienden las famosas corridas toristas. A los que pedimos esta clase de corridas nos ven como extremistas, talibanes, cuando eso debería ser lo normal. Es decir presentar Toros y no marrajos. Y exigirle a las figuras que no escojan corridas más cómodas y demuestren su valía de primeras figuras del torero, sacándole lo que puedan a diferentes encastes, ahí radica la maestría. Por ello Rafael de Paula dice el “Torero está huérfano”.

Hasta hoy jueves antes del medio día se han visto 20 corridas de abono más la corrida de la Prensa y apenas se han visto 3 buenos encierros completos, el domingo Fernando Cuadri, hace pocos días Dolores Aguirre y la novillada de Moreno Silva. Un par de toros más por ahí y no hay más, el resto decepciones (mucha agua en el vino). Ni les cuento el mamarracho que sucedió en la tradicional corrida de la prensa, donde Juli, Perera y Cayetano, escogieron sus toros, ni sorteo hubo, y aun así los tres salieron sin pena ni gloria un verdadero escándalo. La contra parte, son estas tres ganaderías mencionadas muy serias, bien presentadas y con casta.



Y la Cuadri además honda, con cuajo, con cabezas importantes, y sacando fondo en el tercer tercio de pura casta pues de fuerzas andaban justos algunos. Por ello no eran tampoco animales de indulto. Más si de aplauso. Dieron juego suficiente en todos los tercios como para entretener, hacer valer su presencia y pedirle las credenciales a los espadas. Y es que estos encastes son difíciles porque el que no tiene oficio, el que verdaderamente no es torero, o termina desarmado en una escándalo de pitos o en la enfermería. Y la nobleza apareció fugazmente cuando fueron bien llevados. Y estos seis se fueron sin ser toreados.

Y es que a este tipo de encastes solo les vale una cosa citar en el sitio correcto, luego enganchar al animal con temple por la panza de la muleta sacando el pie hacia adelante para hacer hondo el muletazo y larga la embestida. Finalmente meter riñones y acompañar con todo el tronco bajando la mano, es lo que hace la figura estética del buen toreo llamada cargar la suerte y que permite un muletazo hasta atrás mandando y no por el carril del toro. Finalmente si se repite lo mismo en tres ocasiones hay que hacer el obligado de pecho, y es obligado porque ya tienes el toro encima buscando pierna, muslo, o lo que sea para llevárselo hasta el cielo. A todo eso se llama ligar pases, lo demás es vulgaridad en su esencia más pura.

Ni Salvador Cortes, ni David Mora ni López Chávez han podido con los de Fernando Cuadri. Sobre todo Frijonero o Ribete, ambos ovacionados en el arrastre. El primero podría ser el toro de la feria sin embargo se fue completo al camal. Todos han embestido con codicia con pitones importantes que asustan.

A todos los que dicen que los encastes toristas no sirven para la forma de lidia de hoy se equivocan. El Domingo hubo toros para triunfo, que llegaron con fondo a la muleta, lástima que no había quien mande delante de ellos. Todo lo contrario sucedió ayer en la corrida de la prensa, para el olvido. En la cual no hubo sorteo. Los toreros escogieron a sus toros, y los tres toreros salieron caminando de la plaza sin oportunidades de triunfo. Delante no había nada, unos marrajos sin casta. Apenas el primero de la Quinta que escogió el Juli estuvo aceptable, pero ni matar bien pueden ya.

El triunfo de Fernando Cuadri es incuestionable, pero que pena que las llamadas figuras no las toreen y lo peor que les ponen adelante toreros de segundo orden, que ya sea por su falta de calidad o su falta de experiencia solo se atreven a salir por estar presentes en Madrid. Al menos valor tienen, el valor de quedar descubiertos en sus limitaciones y el de enfrentarse a estos animales fieros.

Así culmino esta gran tarde de 6 Toros 6. Luego, felizmente mi papa y mi mama ya habían terminado la parrilla, así que yo destapé el vino y con el que ya me había tomado durante la corrida de Cuadri, tengo que aceptar que casi fue borrachera. Porque ese vino llamado Cuadri estaba bueno, era puro, sin duda no tenía agua.