CARTA A MIS AMIGOS DE LA PEÑA T10

Buenas noches amigos de los toros y consocios de la peña. Mi comentario sobre todo lo leído en el blog y lo que vi en el video es claro: la perspectiva del torismo siempre debe estar primero y sobre el torerismo. Ya que sin el toro no existiría nada ni nadie en el planeta taurino. Quien tuvo la oportunidad de ver la temporada grande mexicana se dio cuenta cómo en todas las tardes los periodistas de unicable se mataban resaltando las faenas de toreros a toros que en poco ayudaban a un espectáculo bueno y terminaban en faenas mediocres y con los ya conocidos unipases, julipies, etc.

La última corrida de Castella en la monumental se dio el caso, que el toro que el mismo escogió fue devuelto por no tener ni la bravura ni el trapío de una plaza como la México. Teniendo al público como principal artífice de la vuelta del toro a los chiqueros y saliendo un toro que él nunca reseño, no vio ni de broma en el sorteo. Por consiguiente este toro salió codicioso, con mucho fuelle y no olvido que fue muy bien al caballo. La faena fue deslucida, no por el toro, ya que este embestía, galopaba y sobre todo tenía mucha bravura. El torero galo no entendió la lidia que debió darle a ese toro, se vio desarmado varias veces y nunca cuajo ni un buen muletazo, ni su famosa castellina, le salió (no se olviden que Roca Rey la hizo antes que el francés en acho). La faena terminó en un silencio rotundo, y cuando entrevistaron al ganadero muy respetuoso y yo diría que muy lisonjero, se inculpo del encierro que llevo para esa corrida y deslindando cualquier responsabilidad del matador. Castella quien estuvo 9 días en la ganadería tentando y teniendo vida campo charro, siendo el mismo el que escogió que reses que irían a esa corrida. Entonces me doy cuenta que no soy ningún ignoto para darme cuenta de que el ganadero prefiere manchar su imagen y la de su ganadería, antes que decir que el torero francés tentó unas vacas y escogió lo que mas le gustaba, y fueron toros sosos. Esa tarde los comentaristas de la corrida dijeron en son de broma, que el torero no podía quejarse, si él mismo escogió esos toros.

La última tarde de la temporada grande estuvieron, Humberto Flores, el colombiano Luis Bolívar confirmando alternativa y Víctor Mora; toros de Barralva. Hubo más genio que bravura en el lote del encierro, al segundo con premio que debió ser de arrastre lento y el tercero que no se canso de ir al caballo y recibió 4 puyazos. Al final de la corrida entrevistan al ganadero de Barralva donde lo felicitan por haber presentado un lote parejo, el ganadero comentó que Castella, le hizo asco los toros de este encierro y se tiro para atrás en lidiarlos. Los periodistas mexicanos por primera vez reclamaron y se unieron al clamor de todos los aficionados que nos encanta ver verdaderas corridas de toros y no mimos. Acusaron al francés e siempre operar igual visita las ganaderías que va a lidiar y escoge los de su agrado.

En conclusión me queda aclarar que no tengo nada en contra del diestro francés ni mucho menos que le tenga alguna antipatía. Fuera de no ser de mi agrado su manera de entender la tauromaquia, lo que sucedió en la México nos hace notar que hacen las figuras y como pueden influenciar en el manejo y cría del ganado de lidia. Y termina lógicamente en lo que se hace llamar el toro comercial, el toro que más vende por ser del gusto de las figuras o por ser los toros que las figuras solo tiene en la cabeza. No es malo, es muy malo.

Victorino hijo nos hace dar cuenta de la desaparición de muchas ganaderías las cuales en el campo genético se llamaría la pérdida irreparable de un pool genético (grupo completo de alelos únicos que se encontrarían al inspeccionar el material genético de la totalidad de los individuos existentes en esta población de reses bravas) que no se recupera porque se pierde en el espacio y tiempo. Los llamados amantes de la verdadera bravura del toro deben darse cuenta que cada ganadería conforma una cadena helicoidal diferente de ADN porque cada reata y cada tipo de toro tiene una característica que lo diferencia de los demás. Teniendo esto como premisa es algo nocivo el solo tratar de perpetrar un tipo de toro, el que solo las figuras se animen en lidiar, recapacitemos y seamos más objetivos.

El mismo Victorino expone que la vaca pone una cría al año, y es la que determina la influencia directamente en la manera de sentir, crecer y vivir del becerro. Desde embrión dentro de su saco amniótico está a merced del sistema endocrinológico de la madre que se encuentra con la progesterona sérica elevada y con los niveles de estradiol por los suelos. Así mismo que los corticoides, prostaglandinas, leucotrienos, péptidos, etc, los cuales están a fluctuantes debido al estado de gestación de la vaca. La cría se expone al tipo de alimento que la madre consume, el tipo de suelo en el que anda, el tipo de estrés al que se le expone y así una seguidilla de acontecimientos.

Finalmente el indulto, es algo que un ganadero que se precie de ser objetivo y conocedor, tiene que ser el que le imprime a la ganadería su gusto y tipo. Y ese toro indultado que se le escapo en la tienta y no se percato del mismo para semental, aceptemos que es necesario para la fiesta de los toros. El romanticismo de ganarse la vida por ser bravo es algo que ayuda a teñir nuestra amada fiesta de ese sentimiento de no ser los salvajes, como dicen los antis, pues sabemos apreciar la bravura que es símbolo de vida. Sin más que agregar por ahora me despido.

Ate.
Wilfredo Quiroz Campana
PT10 – Chalhuanca - Perú