Peña Taurina Tendido 10

domingo, 22 de octubre de 2023

EL CAVIAR TAURINO

Uno de los mayores enemigos del mundo taurino. Quizás el más peligroso. Oportunistas sin escrúpulos encargados de dirigir grupúsculos marginales, desde donde hacen pública su ambición sin dignidad, al no sentirse conformes desde la altura de su vanidad.

Barrer las miserias taurinas debajo de la alfombra. Típico en el Caviar Taurino.


 Siempre se ha escrito que el arte refleja el contexto social, el espacio y tiempo histórico en que se está viviendo. Recorriendo un museo y apreciando sus pinturas y esculturas, asistiendo al teatro, disfrutando reconocidos puntos gastronómicos, o siendo testigo de danzas y celebraciones puedes conocer la identidad de un pueblo, ciudad o nación, ya que lo acontecido está sujeto a los usos y costumbres locales.

Todos estos espacios culturales son un termómetro de la diversidad de pensamientos, ideologías y creencias de cada habitante, por lo que se manifiestan todas las tendencias y características sociales de los individuos.

Para García Lorca el toreo era el único espectáculo vivo del mundo antiguo en donde se encuentran todas las esencias clásicas de los pueblos más artistas del mundo. Una de las tantas premisas de las que nos podemos valer para aseverar la dimensión artística y cultural de lo sucedido en un corrida de toros.

Cuentan también que una plaza de toros es el lugar más culturalmente diverso y a la vez democrático. Ciudadanos de tendencia conservadora, liberal, progresista, libertaria, totalitaria, anárquica, socialista, nacionalista, patriota, convergen en este nuevo microcosmos, para, de acuerdo a sus conceptos taurómacos, transmutar hacia una nueva categoría.

Es así que dentro de los asistentes a las corridas, aparecerán distintas clases o tipos. Desde neófitos o aprendices, pasando por palmeros/claveleros (van solo a aplaudir, lucir el clavel en el vestido y arrojarlo al torero de turno como reverencia) y también los más ortodoxos o de hueso colorado. Si buscamos ser más específicos, encontramos otras categorías más rebuscadas; el del postureo o figureti, el asistente golondrino (solo presente en corridas con mucho tirón en la taquilla), el socialité (que se conforma en disfrutar el ambiente festivo y de los amigos), el enciclopédico (pues cree saber por completo los anales de la historia), el tartero, el reventador, el verdadero Aficionado (en peligro de extinción) y así podríamos continuar.

Existe un término para definir a una clase de taurinos que carecen de valores éticos, técnicos y épicos, consecuencia absoluta de la degradación a nivel social que vivimos. Nació entonces El Taurineo, con clara intención despectiva hacia aquellos que se hacen de la vista gorda ante los abusos cometidos por quienes viven del negocio taurino, muchas veces justificando las tropelías y en otras siendo cómplices de ellas. Todo por mantener aquel manejo taurino en una cúpula a la cual mantienen fidelidad, o Sistema del cual se sienten parte.


No Gin, No Fiesta.

Taurineo, vocablo ya del argot taurino ibérico, puede no entenderse en la América taurina, tan lejana aun de la integridad que busca el Aficionado. Y como a este lado del charco nos gusta tropicalizar y amoldar a nuestra realidad lo del primer mundo, pues El Taurineo acá adquiere una nueva dimensión, aparece la figura del Caviar Taurino.

La expresión Izquierda Caviar aparece en la Francia de los años ochenta, como crítica al gobierno de Mitterrand. La Gauche Caviar hacía referencia a los políticos socialistas de clase social privilegiada, que al estar acostumbrados a una vida de lujos, entraban en delirio al visitar la ex Unión Soviética y saboreaban así la miel de mieles extraída de los esturiones del Mar Caspio. Ya en el siglo XXI, el término se introduce a la política del Perú, donde se estaba gestando un movimiento de pseudointelectuales políticamente correctos, en su mayoría con intereses progresistas, que buscaban el control del gobierno, en todos sus poderes del estado, cosa que finalmente lograron con la ayuda de una maquinaria propagandística impresionante y la ideologización impartida por sus ONGs afines. Su gran paladín de lucha siempre fue nuestro nobel taurino Vargas Llosa. Para España y resto de América Latina don Mario mantuvo un discurso estadista y mercantilista, pero por casi 30 años destiló revanchismo hacia el Perú, cobijando bajo sus organizaciones a toda la Caviarada y apoyando siempre sus luchas políticas.

Extrapolando el Caviaraje hacia el contexto taurino, encontramos exactamente un mismo grupo que reúne características similares dentro de los asistentes (no confundir con Aficionados) a las corridas de toros. El dichoso Taurineo español, alcanza nuevas cotas en Perú, redefiniéndose como Caviarada Taurina.

La situación de anomia social, a causa de la aplicación de teorías Gramscianas, no solo ha sido la estrategia utilizada por las corrientes Caviares en la política, sino a la vez La Caviarada Taurina consciente o inconscientemente ha aplicado el mismo método, para acelerar así la desaparición del Aficionado, aquella minoría sapiente e íntegra que direccionaba el rumbo de la tauromaquia dentro de los cánones. Entonces es El Caviar Taurino quién entra a ocupar este lugar de referencia (apalancado por las redes sociales, que en base a Me Gustas se crean falsos ídolos, simios con metralletas) para adueñarse de la reserva moral e impartir sus criterios retorcidos, subvirtiendo así el orden en la afición nacional.


Se creen finos, pero no llegan ni a hueveras de bagre.

Algunos taurinos se resisten al uso del término, ya sea porque no encuentran criterios con base para adaptarlo desde la política, o quizás debido a que son ellos mismos quienes reúnen características de la caviarada taurina, generándoles incomodidad y por ende negación ante una supuesta definición peyorativa.

A continuación explicaremos como es que la calificación de CAVIAR calza perfecto para este burdo círculo del taurineo, quienes se creen los dueños de la tauromaquia nacional.

  • Empoderan sus peñas del clavel, o crean nuevas para inventarse premios, homenajes y distinciones entre ellos y así venderse ante el aprendiz desconocedor como connotados aficionados. Una tragicómica sociedad de elogios mutuos, que opera como ONGs – Gobierno, con fines de adoctrinamiento taurino bajo sus míseros criterios.

  • Buscan siempre copar los puestos de Consejo Taurino, Jurado Taurino, Presidente de Plaza, para así sin ningún debate, análisis o sentencia formal, premien a sus toreros y ganaderos. Ni qué decir acerca del presidente/juez de plaza, debe ser Caviar para que la empresa de turno este a paz y salvo con todas sus violaciones al reglamento.

  • Infiltrarse dentro de la Alcaldía del distrito en donde se encuentra la plaza de toros. Convenciendo a las autoridades bajo sus criterios Caviares sobre el buen desenvolvimiento de la Feria, defendiendo así el Establishment/Sistema creado para no soltar el poder, incluso generando cambios en el reglamento taurino para sus intereses.

  • Son fieles devotos de la doble moral (como sus pares políticos) y la memoria selectiva (todo lo malo siempre debajo de la alfombra). Apenas las Ferias empiezan a mancharse por las pésimas gestiones administrativas, son los primeros en lanzar comunicados de indignación, lavando así su siempre intachable e impoluta imagen. Nunca pierden.

  • Amantes de lisonjear y adular al empresario de turno, ganadero o figura del toreo, ya que tocan el cielo cuando son invitados a los ridículos cócteles de presentación de carteles, premiaciones, homenajes, aniversarios. Y si se perfeccionan en pasar bien la franela o ser los escuderos (como en la política) se pueden ganar acreditaciones, distinguiéndose con tal deferencia del proletario taurino, puesto que ya con tu credencial eres de otra estirpe. Incluso hasta considerarte apto para repasar sus vacas en los exclusivos tentaderos para ¿aficionados? prácticos que organizan.

  • El postureo es su bandera. Viven intensamente su Taurineo; fotos de corridas, reflexiones, poemas, torear vacas, cualquier situación es motivo para demostrar su fervorosa ¿afición?, casi como un estilo de vida que digno de fantoches.

  • Condenan de inmediato cualquier grupo de Aficionados que atenten contra sus intereses Caviares. Poseen una maquinaria mediática (programas, radio, comunicados o páginas palmeras) desde donde trabajan para silenciarte. La tan famosa cultura de la cancelación o ideología de la anulación presente en el mundillo taurino.

  • El triunfalismo barato es su caballo de batalla. Lo importante es que el público regrese a casa con la sensación de haber salido toreando. Así es que se crea ¿afición? para el caviaraje, taurinos ignorantes que ingresan a un templo llamado plaza a profanarla, pues en el mundo Caviar todo vale, ya que ellos se elevan como sagrada élite dentro de la oclocracia taurina que fomentan. Creen que reinan mientras el vulgo disfruta sensaciones virreinales por la ingestión de PiscoSours y “YinTonics”.


Si bien, el Caviar taurino abraza muchas características del Taurineo, se diferencian principalmente porque así como sucede en la política, la Caviarada tiene como objetivo tomar y mantenerse en el poder. En España es clara la presencia de un sistema taurino regido por 5 empresas, en cambio en Perú no existe oligopolio empresarial alguno, todo queda en manos de los taurinos. En el caso particular de Lima, los Caviares Taurinos operan por más de una década, y a pesar que andan de caída, se aferran a no soltar el poder. Incluso alcanzan a extender su campo de operación a las provincias, donde llega toda la maquinaria caviar a hacer y deshacer a desmedro de la ingenuidad del aficionado local.

Luego de todo lo expuesto, es innegable la existencia de La Caviarada Taurina, operando similarmente a los caviares en la política del Perú, agrupados tácitamente bajo un monopensamiento a implantar y difundir. Un círculo cerrado que llamamos coloquialmente ‘‘argolla’’, buscando seducir al indocumentado para que forme parte de ella, mientras demuestre sumisión. Seguramente te deben haber venido a la mente muchos personajillos del mundo taurino peruano que entran en la definición de Caviar, y si aun consideras que el término no tiene sentido para calificar a este grupo de taurinos, probablemente te duele aceptar que estas amistades forman parte del sinuoso mundo taurino Caviar.

Y si llegaste a este punto del texto, con síntomas de picazón en el ojo y sientas que te hinca el hígado, en definitiva eres un Caviar Taurino.


PD: En Lima, caviar (político) que se respeta es Taurino, a pesar de ser abanderados de ideales modernos que están en contra de las corridas de toros. Cuestiones insólitas de este país tan complejo.



García Sayán (caviar político) al lado del Rey Juan Carlos. 2001


EnriqueCN

1 comentario:

  1. Muy lindo artículo...saludos
    Pedro García Macías - Mérida, España

    ResponderEliminar