Peña Taurina Tendido 10

sábado, 28 de octubre de 2023

ACHO 2023 - ANÁLISIS PREFERIAL

 

La plaza de Acho, con un entorno muy oscuro.

Un año más se abren las puertas de nuestra querida plaza de toros de Acho. Un año más que lamentablemente tenemos una mini-temporada, lo cual desluce y desilusiona al tradicional aficionado que espera pagar por ver figuras del toreo alternando con los emergentes, al igual que ganaderías españolas de diversas procedencias y encastes. Los responsables directos de privarnos de un evento de primer nivel (pagamos las entradas más caras del mundo) son sin duda quienes llevan los manejos de La Beneficencia de Lima, nescientes e indoctos en materia taurina. Pero vayamos al grano, lo que toca analizar si gusta asistir al coso rimense.


EL GANADO

Para las 3 corridas y 1 novillada, inicialmente estaban anunciados hierros españoles de Sancho Dávila, Loreto Charro y Daniel Ruiz, con un presente bastante discreto. Pero amparándose en la decisión del Servicio de Sanidad Agraria (SENASA) de no permitir la importación de ganado ibérico por riesgo sanitario, se rearma la configuración ganadera de los carteles.

En el papel, ahora la primera corrida está conformada por los hierros de Paiján, San Pedro y Santa Rosa. En la segunda anuncian una corrida completa de Santa Rosa, y para la tercera corrida nuevamente “en el papel” irían 3 de Paiján y 3 de San Pedro. Para la novillada va un encierro completo de Apu Saywa, ganadería arequipeña.

A menos que se traten de desafíos ganaderos, o concursos de ganaderías (mínimo 3 entradas al caballo por toro para comprobar el nivel de bravura), las corridas de toros deben ser de un mismo hierro, porque así se está poniendo a prueba el trabajo del ganadero al seleccionar, criar y enlotar las reatas que considere convenientes para mantener su prestigio. Corridas con 2 o 3 hierros son sinónimo de corridas parchadas, una ensalada de ganaderías propia de la improvisación empresarial. Los últimos años, ganaderos vienen prestándose a este juego, incluso en Madrid y es lamentable. Si la corrida no da juego el petardo ganadero es compartido, por lo que casi no se puede señalar un ganadero responsable, y en caso destaque un toro entonces la narrativa llenará de felicidad que al menos uno funcionó y salvó la tarde. El objetivo es evaluar al ganadero con sus 6 toros, analizar su trabajo de los 8 años previos (desde que selecciona a las madres y sementales) y entender la morfología y comportamiento de sus animales. Es poco serio que se ofrezca una corrida parchada.

Llama la atención que en la segunda corrida se anuncie un encierro completo de Santa Rosa de Lima. Se conoce que adquirieron sementales y vacas a Matilla, procedencia Domecq desde el campo salmantino, y también vacas de otro hierro de Domecq, por lo que quizás en esta feria veamos como han trabajado en el refrescamiento de su ganadería los últimos años. La tienen cuesta arriba, porque muy aparte de las novilladas, su historial taurino en cuanto a la presentación no era para una plaza de primera, y sus toros muchas veces coqueteaban con el descastamiento, cosa mucho más peligrosa que la mansedumbre que es una condición. El ganadero está en debe. A futuro sería interesante ver el comportamiento de la punta adquirida a La Quinta, siempre refresca al aficionado lo que proceda de Santa Coloma, puede ser en una novillada.

En cuanto a Paiján, llama la atención que el señor Aníbal Vásquez haya aceptado anunciarse con otro hierro, ya que después de la feria 2019 declaró que buscaría enviar encierros completos, asumiendo él, toda la responsabilidad, como debe hacerlo todo aquel que se jacte de llamarse ganadero de toros bravos. La familia Vásquez posee una de las vacadas más grandes del país, y es quién suministra la mayoría de animales para las ferias nacionales. Está en la capacidad de preparar una corrida, y en el pasado lo ha hecho. El año anterior dejó muy disgustada a la afición, no solo por prestarse a parchar la corrida del Empresario de Acho, sino porque salieron indignos cortejanos con las defensas presuntamente manipuladas en extremo. Da curiosidad si hay productos de los toros españoles que tuvo padreando. Más animales encastados como Belicoso 56, toro de Escapulario de Plata, y menos carretones andantes como Lanudo, indultado sin sentido. Difícil cuando el ganadero da declaraciones donde mide la labor de sus animales de acuerdo a la cantidad de orejas que les cortaron, o cuantas puertas grandes se obtienen. Consideramos que para la primera plaza de América se necesitan criterios de mayor profundidad.

San Pedro es otra de las ganaderías que tranquilamente pueden enviar un encierro bien presentado, toros tienen de sobra, pero por lo que se paga para asistir a la plaza de Acho, no se pueden seleccionar toros a dedo. El año pasado parcharon la corrida española y la falta de fuerza fue evidente, poca casta.

Finalmente tenemos a los novillos de Apu Saywa, hermoso nombre para una ganadería y que tuvo aparente buen desempeño con los 3 ejemplares lidiados en Acho 2022. Ahora con novillada completa, se espera que corrobore lo que se exige en un utrero; movilidad, fijeza, acometividad, nobleza (responder al estímulo, no confundir con bobería), fuerza, fiereza y poder crecerse ante el castigo. El señor dueño de este hierro, debe también respetar la solera de la plaza y no exigir indultos baratos ni pisar el ruedo como si estuviera en una plaza de talanqueras. Al mismo tiempo decidirse si la procedencia de sus animales es ¿Jandilla? o Domecq vía el colombiano Caicedo.

Hasta el cierre de este artículo vienen circulando algunas fotos del ganado, animales con poca caja, cómodos de cara y acochinados. Si existiera un buen trabajo para reseñar toros, no solo en España sino también en las ganaderías nacionales, no habría problema que no solo la empresa sino los propios ganaderos muestren sus toros en las redes sociales. Todo se maneja como secreto de estado en una época que ocultar información genera desconfianza.


MATADORES Y NOVILLEROS


SIN TORO NADA TIENE IMPORTANCIA. Y no hay duda que en Acho hace más de un lustro que no vemos toros. Pero vayamos a los espadas ofrecidos.


En la primera corrida harán el paseíllo Andrés Roca Rey y Joaquín Galdós. El 2014 ambos como novilleros también alternaron en un mano a mano, donde Joaquín demostraba estar más cuajado y ya con un concepto claro. Aquel día Andrés anduvo muy acelerado y aun acusaba problemas con el acero, cosas de novilleros. Casi una década después las circunstancias son distintas, RocaRey en la cumbre arropado por las masas, y Galdós que se mantiene en el circuito europeo luchándola. Aunque en la plaza de Acho Joaquín ha sabido llenarle los ojos al exquisito aficionado con su toreo clásico, y siempre ha intentado entregarse al máximo sin llegar a la vulgaridad propia de los toreros bullidores que basan su toreo en lo accesorio. Incluso en ocasiones no ha paseado premios que consideraba excesivos por el incoherente palco de turno, gestos que demuestran su vergüenza torera al menos con su plaza y su afición.

Si sumamos que la última vez que alternaron en Lima, 2017, Galdós basaba sus faenas bajo el concepto de toreo fundamental, todo pintaría para un mano a mano interesante. Pero convertir la tarde en una corrida Goyesca (o grotesca), el no haber apostado por un hierro español completo, y publicitar en medios el mano a mano como rivalidad ligera, propia de la generación de cristal, desilusiona a muchos sectores de seguidores que no tienen intenciones de ir a un acontecimiento de características chauvinistas. Más aun si insisten en darle aires faranduleros, con brindis sin sentido a asistentes dignos del postureo.

Para el segundo domingo tenemos la presencia de dos toreros de dilatada carrera; Antonio Ferrera y David Fandila “El Fandi”. Cierra la terna Ginés Marín. Tanto Ferrera como El Fandi vienen con carreras ya cuesta abajo. Si bien Ferrera ha querido reinventarse los últimos años, basando su toreo en ofrecer una experiencia histriónicamente surrealista, entrando a matar desde muy lejos al encuentro o usando capotes con otras tonalidades de verde y azul, no podemos dudar de su profesionalidad como matador de toros. El año pasado en Acho realizó una labor decorosa, incluso reviviendo suertes en desuso para quitar al toro del caballo como De frente por Detrás. El Fandi a pesar de tener singulares cualidades para el manejo del capote, y digna mano izquierda con la muleta, nunca llenó los ojos del aficionado exigente, no se le recuerdan faenas excelsas. En banderillas sus facultades físicas lo ayudaron a impresionar el público ignaro, pero las colocaba a toro pasado muchas veces, muy distante de los grandes rehileteros históricos.

Ginés Marín es de corte clásico, busca el toreo fundamental; ligar los pases en redondo. Torero también con muchas facultades pero al parecer se conforma con sus dos salidas a hombros en Madrid (2017 y 2021). Comodidad que se aprecia en su temporada 2023, donde no logra destacar o llamar la atención del aficionado.

Sin duda un cartel muy flojo para la plaza de Acho. Si bien los asistentes más antiguos siempre reclamarán una feria plagada de figuras (que ya casi no quedan), el combinar por lo menos un torero de experiencia, otro de renombre actual y un emergente que cierre la terna es el camino para mantener contentos a los asistentes, fórmula que muchas veces fue aplicada en nuestra feria en décadas anteriores. Siguiendo el ejemplo de la película de culto Tarde de Toros. Quizás lo más rescatable de la tarde será la no presencia de un espada nacional, medida sin sentido que buscan imponer.

El último fin de semana de esta mini-temporada, abre con la novillada. Álvaro Seseña, novillero español, Felipe Negret de Colombia y Pedro Luis del Perú. Seseña no es de los novilleros punteros en Europa, pasó por Madrid este año sin pena ni gloria, demostrando falta de oficio. Negret es un larguirucho muchacho con pocas facultades para honrar el traje de luces. Busca agradar al público con el impacto rápido, lo que está de moda y se vende como válido. Toca agradecerle a su padre (empresario de la casi desaparecida plaza Santamaría de Bogotá) y los contactos que tiene que lo han ido colocando en las ferias colombianas, y ahora como parte del consorcio pues no iba a perder la oportunidad. Eso sí, actitud y ganas de ser torero las tiene. Pedro Luis es un novillero sin picadores que viene formándose hace ya algunos años en España. Mantiene un buen concepto del toreo desde que lo vimos enfrentarse a su primer novillo sin picar en una plaza portátil al sur de Lima. Ha ido puliéndose en busca de un toreo fundamental. Gracias a los canales de televisión autonómica en España, hemos podido ver algunas de las novilladas en que alternó, y si tiene un poco de suerte en su lote no tengan dudas que va a caer muy bien dentro del público limeño. Al ser su primera novillada picada puede tomar decisiones inadecuadas propias de la lidia, pero el objetivo de seguir a novilleros es identificar con qué recursos cuentan, que conceptos pueden manejar y como van puliendo las falencias. Hasta el momento Pedro Luis mantiene una línea clásica y se deja llevar por lo accesorio (cambiados por la espalda, manoletinas, dosantinas) para complementar sus faenas. Ha pasado por renombradas escuelas taurinas españolas, y ahora sigue los consejos de Morenito de Aranda.

Salvando la presencia nacional, la novillada está mal rematada con los nombres extranjeros, aun así no deja de tener un relativo interés con los novillos a lidiarse.

La feria cierra con un cartel de líderes de escalafón; Castella, Emilio de Justo y RocaRey. El francés abre cartel, viene de un año interesante luego de haberse alejado de los ruedos por la crisis sanitaria del COVID. Castella sigue fiel a su concepto de torero clásico, pero que nunca llegó a encandilar al aficionado, criticado por transmitir pocas emociones y dedicarse a cumplir con hacer pasar al toro para buscar cortar trofeos. A pesar de esto Sebastián ha regresado con mucha voluntad, sacando faena a los mansos como en la pasada feria de Otoño, y triunfando durante San Isidro y San Miguel con lo justo, mucha predisposición. En Acho siempre ha echado para delante, y conoce mucho la ganadería de San Pedro.

Emilio de Justo sustituye a Cayetano, a priori elevando la categoría del cartel, pero SIN TORO NADA TIENE IMPORTANCIA. De Justo es apoderado por Tauroemoción, empresa española que en el papel también hace parte de este consorcio. Es por eso que su ausencia inicial llamaba la atención. Luego de la voltereta sufrida en su encerrona del año pasado en Madrid, de Justo no ha vuelto a ser tan arrollador, dejando buenas impresiones al enfrentar ganaderías de diversos encastes, y ser uno de los toreros que mejor ejecución realizaba del volapié. Será su tercera tarde en Lima, se le recuerda poco por las anteriores, es más en América salvo la corrida de Victorino en Cali, no ha tenido tardes para enmarcar.

Andrés Roca Rey cerrará la feria. Sería una pena que ante toreros clásicos quiera encandilar al público a base de encimar a los animales, echarse a pegar muletazos de rodillas o dedicarse a dar pases accesorios. Andrés es más que eso, y bajo las órdenes de Campuzano podía notarse en ciertos momentos. Esperemos que recuerde donde está toreando, Acho no es una plaza de tercera y así el ganado no coopere buscar el jaleo del público no va a salvar la tarde ni la feria.


Pero volvamos a la premisa inicial de este apartado, recalcar que SIN TORO NADA TIENE IMPORTANCIA desmerece cualquier noble intención de contentar a los asistentes.


LA EMPRESA

Es un Consorcio que incluye, aparte del socio peruano, a dos empresarios colombianos y uno español, pero según las declaraciones de uno de sus miembros, cada plaza que manejan los socios de este consorcio se gestiona de manera independiente. Entonces estamos en manos de la misma vieja empresa.

Llama entonces la atención que durante el proceso de adjudicación no hubo una evaluación por parte de la Beneficencia respecto a la administración anterior donde los deméritos abundaron. Tanto desconocimiento demostró el comité de adjudicación, creyendo que a través de unas cartas de compromiso con algunos matadores de toros, la empresa tendría exclusividad, cuando cualquier aficionado sabe que los toreros están a disposición de ser contratados por cualquier empresario.

No han cumplido con traer a las figuras, no han bajado los precios de los abonos y entradas sueltas (por más que insisten en haberlo hecho) y ahora resulta que niegan el ingreso a los niños porque según ellos su presencia incomoda a los asistentes. El proceso de compra de abonos ha sido muy tedioso, alejando a mucho público.

En resumen es una feria muy pobre, barata y con poco interés.


AUTORIDADES

La misma argolla de los últimos años. Personas muy cercanas a la empresa en el Consejo Taurino, Jurado Taurino y Palco Presidencial. El Presidente de plaza es quién representa al alcalde del Rímac como máxima autoridad, y debería aplicar el reglamento para sancionar los abusos y proteger los derechos del aficionado pagante. Sin embargo el darle pase a novillos adelantados como toros, encornaduras con evidente sospecha de manipulación y no ordenar los análisis de astas correspondientes, son parte de la omisión de funciones a la que nos han acostumbrado.


LA AFICIÓN

Ya son contados con los dedos, poquísimos los aficionados que todavía quedan e insisten más que en un toreo puro, en una fiesta íntegra.

El nuevo aspirante a aficionado debe entender que las empresas taurinas a nivel mundial solo buscan público alegre, verbenero. El aficionado que busca documentarse, aprender y analizar es una amenaza para las empresas y en general para los distintos estamentos taurinos. Solo toca ver como la gestión de Plaza 1 en Madrid viene destruyendo al aficionado y busca reemplazarlo por el público juvenil y amante del botellón.

Si en Lima el aficionado no reacciona entonces estamos ante un escenario muy peligroso, porque nuestra feria puede desaparecer. El aficionado debe ser un bastión de integridad, donde reposen todos los valores y cánones bajo los cuales están los cimientos de la tauromaquia. Si no se hacen responsables por recuperar la solera de su plaza entonces estamos condenados. El recuento de orejas es una cuestión anecdótica, el verdadero control y resurgimiento de nuestra plaza está dentro de la alcaldía del Rímac, puesto que ahí se conforma el Consejo Taurino, encargados del buen desenvolvimiento de la feria y designación o cambio de autoridades, así como salvaguardar el fiel cumplimiento del reglamento taurino.

Es correcto siempre exigir a los mejores toreros y ganaderías, pero los verdaderos cambios en nuestra feria vendrán cuando nos preocupemos más por los problemas de fondo. Es imperativo que las nuevas generaciones lo entiendan, de lo contrario sin una base de afición seria esto no tiene futuro.

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