Eres un tío, Robleño.
¿Cuántos años han pasado desde que tomaste la alternativa? ¿Doce?
¿Y qué ganaderías has matado en este tiempo? Victorino, Adolfo,
José Escolar, Miura, Cuadri, Cebada, Dolores Aguirre, Baltasar Iban,
Alcurrucén, Carriquiri, Guardiolas, Prieto de la Cal… ¿Y
cornadas, cuántas? Después de tanto tiempo en la trinchera, lo
reconozco, pensé que te habíamos perdido, de ahí que tu resurgir
haya sido aún más grato. Remontar cuesta un mundo, ¿verdad,
Robleño? A otros toreros con tu misma trayectoria, los ha consumido
el miedo… Ayer en Las Ventas, sin ir más lejos, hiciste el
paseíllo con uno de ellos, que se merece todo el respeto, pero que
ya no está. Nadie dijo que esto del toreo fuese justo ni que, al
final del camino, cada uno se llevase lo que merecía. ¿Quién
decide lo que te debe la vida? Nadie.
Pero ahí sigues tú,
Robleño, mejor que nunca, toreando a carta cabal, con un valor que
produce miedo, anteponiéndote a la reacción del toro y entrando a
matar como los privilegiados. El año pasado desde Ceret ya me lo
advirtieron: “¡Tienes que ver a Robleño! ¡Cómo está ese tío!”.
Cierto: vi la faena que le hiciste al Conde de la Corte en Zaragoza y
me sorprendiste. Este invierno pude comprobarlo de primera mano en
algún tentadero de los que pedían el carnet.
Lo ratifiqué ayer, con
las dos prendas que sorteaste de José Escolar. Lástima que tu
cuadrilla no estuviera a tu altura. Te dejaron las cosas todavía más
difíciles, torero. Lidiaste a la antigua, sobre las piernas, dando
la cara y el pecho, como los machos. Después reconociste que ese
quinto cárdeno que iba a quitar el sueño unas cuantas noches. Hay
que estar muy fuerte psíquica y físicamente para tragar lo que tú
tragaste este jueves en Las Ventas. Y muy maduro.
Antes hablábamos de lo
que te debe la vida. ¿Y los empresarios? Dime si no tendrías que
haber estado en las ferias de Valencia, Castellón y Sevilla. O dos
tardes en Madrid. Perdona que te lo diga así, pero
manda cojones. Ojalá te rebeles en Pamplona con la de Miura. O en
Ceret en la encerrona de los Escolares. Te lo mereces, Robleño.
Lo tuyo y lo de Castaño
tiene un mérito incalculable: es más duro resurgir de las propias
cenizas que empezar de nuevas. Y ahí estáis. Para mí, junto a
Fandiño, que se la sigue jugando muchas tardes, sois los toreros de
este 2012. Robleño, Castaño y Fandiño: el cartel de las eñes.
Tomad nota, empresarios. Y quítense el sombrero, que van tres tíos.
Fernando "Napaoleòn" Robleño, un LIDIADOR gladiador para darle de comer aparte.
ResponderEliminarPocho