LOS VOLAPIES DEL JULI.... JULIPIE

FUENTE: http://www.glorietadigital.es/spip.php?article221

27 de septiembre PACO CAÑAMERO

Estamos en la temporada de Julián López ’El Juli’. Al Juli lo cantan en todos los lugares. Allá donde torea corta las orejas y, casi siempre, se marcha de las ferias con los honores del triunfador. Bien cierto es que vive un momento dulce. Un momento en el que ’ve’ faena en todos los toros y les sabe sacar faena, todo ello fruto de la afición y el amor propio con el que irrumpió en la Fiesta cuando era un becerrista.

Hoy la prensa, en su mayoría, lo canta y los taurinos lo tienen en un pedestal, mientras que el público por su parte no tanto, aquí hay más división de opiniones. No hay más que hacer la prueba del algodón y ver que únicamente llena cuando está en un cartel redondo (aunque en Bilbao no puso el ‘no hay billetes con Morante y Manzanares, que son los tres mejores ases del momento, ni el otro día en Salamanca, ni en Valladolid, ni en Logroño). Cuando él solo tira del carro ya no es lo mismo, entonces ya el cemento no se quiere perder su excepcional momento.

Aparte de las virtudes y la extraordinaria temporada que ha protagonizado El Juli (con decenas de éxitos, Puerta del Príncipe incluida) hay algo que aún no me explico y nadie se lo censura. Se trata de la manera tan poco ortodoxa –aunque eficaz- que tiene par matar los toros, siempre a capón, semejante a cómo praticaba esa suerte José Miguel Arroyo, a quien tambien algunos profesionales de la comunicación tildaban como maestro a la hora de matar. El Juli, en la suerte es un tumbatoros al uso, aunque el crítico de un medio nacional hace unas semanas lo definió como maestro del volapie, cuando la realidad es que mata los toros a capón, sin marcar las suertes, ni hacerlo con la torería y arte con la que se debe hacer, como la lleva a cabo, en esta época Uceda Leal.

Vamos que ese crítico podría entrar en el aro de aquel Lozano Sevilla que hace cuarenta años en sus retransmisiones en TVE convirtió a nuestro S. M. ‘El Viti’ en el maestro del volapié y rey de la estocada, cuando Santiago fue un deficiente matador de toros, olvidándose que fue con la muleta donde marcó todas las distancias con el resto de torero. Entonces el matador puro de verdad era Paco Camino y también Rafael Ortega cuando reapareció.

Me fastidia, por lo que confunden a la gente que muchos plumillas de medios nacionales (aunque tengan honores y prestigio intelectual). Gente que desconoce la realidad y no sabe dónde está el culo y las témporas. Porque decir que un tumbatoros como El Juli es el maestro del volapié es lo mismo que confundir a los simpáticos enanitos del Bombero Torero con una formación de ‘gastadores’. O cunfundir a Dios con un gitano.