Es ya aburrida y cansina, la narrativa acerca del necesario y urgente relevo generacional en los asistentes o consumidores de corridas de toros. En mis pocas décadas como; primero entusiasta, luego prospecto de taurino, y hoy aspirante a aficionado, no recuerdo que el público joven haya dejado de estar presente en las plazas de los diferentes países que he visitado, y ni que decir en aquellas que vemos en vivo vía la televisión, streaming o redes. Es más, el haber administrado cuentas taurinas en distintas plataformas digitales y analizar sus métricas, me confirma la fuerte presencia de la juventud, que por lo menos están interesados en este arte.
Justamente, al ser catalogado como un arte, y quizás la madre de todas, me permito proclamarla como la más compleja. Por consecuencia, llegar a una madurez de entendimiento, con su respectivo análisis y síntesis, antes durante y después de un festejo, coloquio o ponencia, conlleva a tener que desarrollar una capacidad crítica excelsa, por lo menos superior a la del ser humano promedio. No por algo es la afición más culta de todas, ¿o ya no?
OneToro, como plataforma de streaming, aun sin consolidarse, va penetrando en el mercado de corridas de toros. Por lo que podemos apreciar, gran parte de sus suscriptores son Milennials y Centennials (nacidos entre 1980 y 2010), rangos de edades muy similares a la gran masa de seguidores que arrojan las métricas de cuentas digitales relacionadas al mundo de los toros. No hay duda que la parrilla de programación, hasta el momento elaborada en este canal digital, está claramente orientada a estos públicos.
Pero, ¿busca culturizarlos o entretenerlos?
Una ucronía, totalmente alejada del presente y del futuro distópico. |
El concepto de cultura, con distintas acepciones, es polisémico. Expongamos tres puntos de vista en distintas épocas. Kant, en el siglo XVIII, propone que el hombre debe labrar sus facultades (del espíritu, alma y cuerpo), cultivarlas, para así alcanzar el nivel de ilustrado, culto. La idea se complementa con una visión elitista o jerárquica, puesto que si existe el prototipo de hombre culto, abundan las personas incultas. Por lo tanto la cultura civiliza al hombre, busca realizarlo y refinarlo, alejándolo de usanzas bárbaras. Durante el siglo XIX, la cultura tiene una visión antropológica, va a determinarse por las formas y condiciones de la sociedad en que uno vive, los usos, costumbres y tradiciones. Entonces la cultura está relacionada a las prácticas sociales que generan las condiciones de vida en las que se desenvuelve el ser humano. Ya en el siglo XX, Ortega y Gasset propone una visión humanista-estética, en donde se aleja de lo descrito en los siglos anteriores; no involucrar necesariamente las élites jerárquicas y tampoco abarcar contextos o realidades creadas por el hombre. Según el filósofo madrileño, la cultura la encuentras en la búsqueda de la verdad, la justicia, el conocimiento, a través de la capacidad de comprensión de los siete artes (8 con la tauromaquia) donde el espíritu se alimentará y enaltecerá, emocionándonos con un placer único y particular. Este último sentido de cultura, es el que continua prevaleciendo hasta nuestros días con mayor difusión que los precedentes.
El mundo vive en una era digital desde hace décadas donde la internet revolucionó el acceso a la información y las comunicaciones. Inicialmente ideada como una poderosa herramienta para facilitar el desarrollo humano, hoy su consumo está orientado al entretenimiento y placer, que es lo que demanda el decadente cibernauta. La competencia por captar estos iletrados intereses de la gran masa, a punta de algoritmos donde priorizan el contenido instantáneo, superficial y de poca profundidad, generan un terreno infértil para promover espacios educativos y culturalmente desafiantes para el intelecto.
La búsqueda del éxito para un generador de contenido o específicamente un influencer, se basa en encontrar una estrategia digital en la cual el algoritmo de la plataforma dé prioridad a sus publicaciones, incrementando el alcance sostenidamente. Si bien la calidad del contenido no se encuentra en lo sustancial, es la estética de la presentación lo que engancha al público. De la mano de esta estética, va un contenido de rasgos grotescos, pueril y vulgar.
Grotesco; a punta de bailes, coreografías o parodias. Pueril; creando personajes tontos, poniéndolos en situaciones ridículas e infantiles. Vulgar; relativo al vulgo, que la RAE define como gente popular que en cada materia no conocen más que la parte superficial. Basta con utilizar un lenguaje soez y/o mezclarlo con humor ácido, y en el caso femenino exponer los atributos corporales como objetos de deseo. Esta es la fórmula para alcanzar la gloria en el mundo digital.
Este 2024, OneToro opta por lo eficiente, hay que entretener a este público novato e ignaro. El objetivo como empresa es evitar el descontento de estos suscriptores, y que otras plataformas de pago los terminen capitalizando, así funciona el negocio digital hoy. Si el pueblo quiere a Barrabás, pues entrégaselo, o en modo Milennial/Centennial si el pueblo pide reggaetón no se lo voy a negar.
Para que la grilla de contenido alcance sus objetivos, toca aplicar las estrategias ya conocidas descritas arriba. Total es un mercado digital, no se puede fallar dirían las agencias. Es así como aparecen sketches donde un japonés y un supuesto aficionado de hueso colorao, escenifican situaciones en un contexto banalizado de las corridas de toros.
El personaje de un oriental, que en esencia representa a un entusiasta meteco, ignora de manera natural el mundo del toro. Tiene como guía de este nuevo y asombroso universo cultural al sensei, lumbreras máximo del conocimiento taurino. Escenifican aventurillas alrededor de las plazas de toros. Pero veamos lo que engloba cada una de estas caricaturas.
Aprender versión TikTok. El sainete profana el templo llamado plaza, el traje de luces se degrada y se insulta su historia. |
En la diversidad cultural del mundo latino, disfrutamos del personaje extraño a nuestros modos y costumbres, que con su ingenuidad y carisma, deconstruye su identidad (por lo general anglosajona) para revalorar las prácticas que tenemos normalizadas día a día. Le suma una cuota cómica al adoptar una actitud bufonesca, para así burlarnos de sus desgracias y comportamientos pero a la vez empatizar con él. Ejemplos en Perú tenemos varios; desde la gringa Inga, el gringo Karl, o el youtuber Gringasho. No tengo dudas que cada país debe tener versiones de este perfil.
La sabiduría es encarnada por el señor de voz engolada. En teoría debe representar el modelo de aficionado a convertirnos. El preconcepto que poseemos de él está en los libros que ha publicado, sus reseñas, y las entregas constantes de programas vía Youtube donde comenta acerca de actualidad, historia, y crítica taurina.
Amalgamar a ambos para generar contenido liviano (por no usar el anglicismo “lite”), pero que esté cumpliendo con todas las variables que exige la fórmula del éxito en redes, es un sincero mensaje de OneToro que se encaminan a entretener y les vale madre educar o culturizar. Las andanzas del “chino” junto a su sensei engolado, no hacen más que irritar a muchos aficionados, que al concebir una corrida como un ritual ancestral, no soportamos que se trivialicen aspectos y detalles ceremoniales que dos bufones intentan explicar.
Daiki, así se llama este japonés, busca ser alguien en el mundo del toro, esto es el leitmotiv de la mojiganga. Vaya mensaje que difunden, mientras más mentecato seas llegarás lejos, justamente la estrategia para triunfar en redes, conviértete en un idiota. Por otro lado el engolado, representa al docto en materia taurina, asesora a su pequeño saltamontes para cumplir con la meta trazada. Una tragicómica parodia de Kung Fu, serie de televisión de los años setenta, la cual sí dejaba enseñanzas relativas a los valores de la vida.
El señor “sapiente” sorprende como pasa de ser respetado a jugar un papel de tirinene en el sistema impuesto por empresaUrios, figurines, ganaDuros y pren$a. Si bien su egolatría era evidente para los que en muchos años seguíamos el contenido de su canal, aunado a los revisionismos de historia taurina que plasma en su producción bibliográfica (no aporta nada nuevo pero habla elegante y deslumbra con su memoria de fechas), esta vez sus delirios de grandeza cruzan los límites al jugar de aspirante a TikTokero. Cumple con los tres criterios previamente descritos para triunfar en la jungla digital; se ha entregado a la parodia (grotesco, 1), es bufón y ridículo (pueril, 2) al rebajarse en sus intentos de llegar a un público poco sesudo, osea se vulgariza (3).
Pero dicen que en el mundo de los ciegos, el tuerto es el rey. Dimanche la tiene clara; ésta es la manera de consagrarme con el Taurineo y así quedo como el inalcanzable intelectual, donde mi palabra va a misa. Suben así mis seguidores en redes y también las ventas de mis libros.
No voy a hacer juicio acerca de la labor desempeñada por Sunday como comentarista, nefasta hasta el momento. Sin embargo los que inicialmente seguíamos su podcast, encontrábamos muchas incoherencias y doble discurso. Solo unos ejemplos: el engolado insiste en su trastocada teoría del punto ciego en la cara del toro, para él, el toro no te ve al cruzarte y por lo tanto irte al pitón contrario es un recurso ventajista, por ende quedarte al hilo o fuera de cacho es según su criterio de cafetín la colocación ideal (ja ja ja). El veterinario Julio Fernández Sanz cuando estuvo de invitado en el programa de este Engolado, lo corrigió y afirmó que el toro sí ve y lo del punto ciego es una leyenda rosa, lo cual tumba el cuento chino que Dimanche busca vender a sus cándidos seguidores.
El engolado se vendía como un indesmayable defensor de la integridad del toro, denunciando las famosas bolitas en los pitones, y afirmando que hoy se afeita mejor que nunca, enfrentando en ponencias a toreros y ganaderos que buscaban relativizar el afeitado como un mal insignificante del mundo de los toros. Hoy calla descaradamente. ¿Será que también ya olvidó cuando citaba a G.K. Chesterton con sus frases que sugieren una prensa incómoda al sistema? ¿ El personaje se devoró al aficionado?
No me cabe duda que el doble o triple discurso está claro, el objetivo es alimentar la egolatría, buscando el reconocimiento del Taurineo, ya que con el Aficionado va a ser imposible porque desnudan su hipocresía e intereses subalternos aún mejor que en este artículo. El Engolado debe TikToktizarse para coronar sus aspiraciones de diva, nada mejor que con una mascota personificada en el chino, siendo éste una metáfora del público a ideologizar, indoctos principiantes atraídos por el deslumbre inicial que genera una corrida, y es sencillo venderles el mensaje de buscar ser alguien importante como el circense japonés. El apalancamiento que ofrece OneToro es fundamental.
La oferta de entretenimiento de OneToro abarca también la prensa rosa, la sección Estar al Quite cubre la frivolidad del evento social que siempre fue una corrida. La influencer encargada de reportear este contenido, termina sus coberturas con una trivia que sirve para reírte con las respuestas tan excéntricas que otorga esta horda farandulera. ¿En algo se diferencia con las disque pedagógicas misiones que el engolado encarga a su marioneta el chino? Los personajes a quienes el tal Daiki coloca el micrófono responden de la misma manera frívola, haciendo alarde de su ignorancia. No creo que sea entretenimiento disímil, al final buscan formar un consumidor superficial que presuma de su vanidad, nada más ajeno a un sapiente Aficionado.
Llama también la atención, el programa generación T, donde nuevamente OneToro hace gala de su ralo contenido. Da oportunidad a una entrevistadora, que viene del mundo pijo de la comunicación digital, para conversar con los toreros, estos acceden y al parecer se sienten muy cómodos, como no, si es amiga de estos figurines Centennials y se dedican a charlar acerca de menudencias de la vida. Nos imponen también a la Tana, cuyo mérito para sentarse a palabrear ahí es ser hija de un torero y una madre que viven de la prensa del corazón, y también ser amiga de la nieta del monarca emérito. Magnífica puesta en escena, pagar €30.00 mensuales para ser testigos de tamaña injuria intelectual.
La referencia para ser un "Güen Afisionao". ¿Dónde está el mérito? |
Retomando las definiciones de cultura, bajo la visión antropológica, el contenido de Redes Sociales es parte de la cultura contemporánea. Sin embargo desde la perspectiva Humanista, consumir un contenido liviano y superficial no va a enriquecer nuestro espíritu, al contrario, trastornará nuestra mente.
Una vez un ganaDuro me comentó que su función no era educar a los nuevos públicos, ya queda en los terrenos de los Aficionados realizar esa labor. Es así como deslindan responsabilidades los estamentos taurinos. Es así como estos nuevos medios digitales mercantilizan una cultura milenaria, con tanta magia, embrujo y misterio, para devaluarla al nivel de cualquier Startup comerciable. Si bien, no todos quienes son seguidores de las corridas de toros van a desarrollar un amplio entendimiento, considero que existe un gran porcentaje quienes sí buscan un conocimiento profundo que les permita aprender y reflexionar a lo largo de la vida. Lo ofrecido por este medio digital termina siendo un insulto a la inteligencia de estos aspirantes a aficionados, los subestima, no solo por el hecho del poco contenido serio, sino en la manera teatral que abordan la sagrada afición a los toros bravos, convirtiendo la escena en una sátira monetizable.
Los griegos definían al idiota como el ciudadano que priorizaba sus asuntos privados para desentenderse de los temas de mejora en la ciudad, quedando estos en manos de los políticos. Al parecer OneToro busca un adoctrinamiento propio de TikTok, en donde el futuro seguidor de los toros sea un simple entusiasta, un consumidor voraz sin criterio de un producto más de redes sociales, aprovechando que la tauromaquia entra en una categoría de Lovemark donde puedes ofrecer todo tipo de bienes y servicios sin importar el resultado artístico. En la antípoda, aficionados que exigen, se forman, difunden el galimatías taurino, reflexionan y quieren salvar la liturgia, terminan siendo contrarios a los intereses de este medio mercantilista.
No me extrañaría que en futuros videos, aparezcan bailando coreografías TikTokeras el engolado, el chino, la Tana, el Casas, la chica de la etiqueta y la muchacha de generación T. Tantos años describiendo las actuaciones de Antonio Ferrera como teatro experimental extremeño, el sumo pontífice Dominguillo acabará siendo víctima de sus propias palabras.
Caerá entonces la máxima de ser la fiesta mas culta del mundo. Estamos ante la introducción de las corridas de toros al entretenimiento vulgar del siglo XXI. Cuando cae la afición cae el toro, al caer el toro cae la fiesta. Aun no conozco un Aficionado que se haya iniciado por la vía pura de la diversión y el jolgorio en un arte. Estos públicos de aluvión generarán más referentes farsantes, al ser productos de este contenido digital propio de bestias salvajes. Lamentablemente el hombre no cultivado será preso de su condición animal.
EnriqueCN
Si la fiesta va de mal en peor por la falta del toro que emociona,todos esos paniaguados de la prensa y comentaristas de la tv son sus enemigos al equivocar a los jovenes asistentes y pretender callar a los que denuncian el fraude.
ResponderEliminarEn Lima ni comentar,todos son una panda de adulones en concurso.