FUENTE: http://www.diariocordoba.com/noticias/noticia.asp?pkid=299277
06/02/2007
EXPEDIENTE POR UN EXTRAÑO SUCESO EN LOS CHIQUEROS DE LA PLAZA DE CÓRDOBA EN LA FERIA DE MAYO
La Junta sanciona a Juan Pedro Domecq por el toro escobillado
Le impone una multa de 3.000 euros por incumplir con la custodia de las reses, una infracción grave. El abandono de las tareas de vigilancia por su representante impidió que se evitarán los hechos.
La Junta de Andalucía ha sancionado con 3.000 euros al ganadero Juan Pedro Domecq por el caso del toro que saltó al ruedo de Los Califas, en la pasada Feria de Mayo, con los pitones escobillados y sangre en el hocico, según informaron ayer fuentes de la Delegación del Gobierno. En el expediente, según las mismas fuentes, se considera probado que hubo abandono de las tareas de custodia de las reses en los corrales de la plaza e impone la multa al ganadero por el incumplimiento de la vigilancia de los toros, de la que es responsable.
La ley 10/1991 sobre espectáculos taurinos, en su artículo 15, punto a, considera como infracción grave "el incumplimiento o cumplimiento defectuoso de los deberes de ... vigilancia de las reses de lidia". Además, según el artículo 33, punto 4, del reglamento andaluz, "el ganadero es responsable de la custodia y permanencia de las reses de lidia desde su desembarque hasta el mismo inicio del espectáculo". Así, apoyándose en estos artículos y habida cuenta que en el expediente se considera como hechos probados que el toro en cuestión saltó al ruedo con "ostensibles daños" en sus pitones "habiendo abandonado las tareas de custodia" el representante de la ganadería en los corrales, la Delegación del Gobierno sanciona a Juan Pedro Domecq con 3.000 euros por infracción grave. La ley prevé para este tipo de infracciones multas de 150 a 60.000 euros.
Chiquero destrozado
Los hechos objeto de expediente y sanción ocurrieron el jueves 25 de mayo del 2006. Aquel día saltó al ruedo en primer lugar un toro de Juan Pedro Domecq con los pitones escobillados y sangre en el hocico --su lidia le correspondió a Enrique Ponce--. La sorpresa del presidente del festejo, Manuel Rodríguez Moyano, y su equipo veterinario fue mayúscula, ya que este animal había sido enchiquerado por la mañana sin ninguna de las deficiencias con las que salió por la puerta de toriles.
Una vez finalizado el festejo, la autoridad acudió a inspeccionar el chiquero y allí la sorpresa fue aún mayor. El presidente y los veterinarios se encontraron el habitáculo lleno de cascotes, derrotes en las paredes, golpes en la puerta y parte de la rejilla del techo estaba desprendida. ¿Qué había ocurrido allí? ¿Existió algún tipo de intervención humana para molestar al toro o se debió a un episodio de estrés del animal que lo llevó a arremeter inopinadamente contra el chiquero? Este último supuesto, eso sí, fue valorado desde el primer momento por los expertos como un caso casi nunca visto.
Corrales sin vigilancia
Rodríguez Moyano abrió entonces una investigación para incorporar toda la información sobre lo ocurrido al acta final del festejo. Así, el informe remitido a la Delegación del Gobierno se acompañó de un reportaje fotográfico de los destrozos del chiquero; del estado de los pitones del toro antes de ser enchiquerado, en el ruedo y una vez arrastrado, y de diversas pesquisas que apuntaban a que en los corrales falló la vigilancia, según explicaron entonces fuentes de la Delegación. El acta recogía que el mayoral de la ganadería se ausentó de los corrales y abandonó sus funciones durante un tiempo indeterminado entre que el toro fue enchiquerado y su salida al ruedo.
Este último extremo era el único demostrable y fue, precisamente, la puerta abierta para que la delegación abriera expediente para establecer algún tipo de responsabilidad y que los hechos no pasaran sin ser sancionados. Ante la imposibilidad de saber qué ocurrió en los corrales, lo que sí se considero indudable es que el abandono de funciones del representante de la ganadería impidió que se pudieran evitar los hechos, tanto si se debió a un episodio de estrés del animal como si hubo una intervención humana, algo en lo que no entra el expediente por falta de pruebas.
Según las fuentes consultadas en la Delegación del Gobierno, Juan Pedro Domecq ha presentado un recurso de alzada ante la Consejería de Gobernación, motivo por el que la sanción aún no se ha hecho firme.
Los felicito,artículos así,la prensa adulona no publica estas malas artes y ventajas de las llamadas figuras.
ResponderEliminarCurro Trinque.