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sábado, 14 de junio de 2025

VESTIGIOS ISIDRILES 2025 (1) EL ATAQUE DE LOS DEL COLMILLO RETORCIDO

 


El 16 de mayo, representa una fecha muy significativa para todo aficionado a los toros. Más que una celebración (como hoy la quieren transformar) debe ser la remembranza a la carrera artística del más grande de todos los toreros, un ser que dignificó la profesión de matador de toros y quizás llevó a la Fiesta a su momento de mayor esplendor, época que terminaron describiendo como la edad de oro.

Pero lo sucedido el 16 de mayo del 2025 en Las Ventas, no hace más que seguir socavando los pocos valores que subsisten en esta afición, y ni que decir de como se sigue desprestigiando el traje de luces. Es que para la subsistencia de la Fiesta, no debemos librarnos de los antitaurinos, sino buscar el equilibrio de poderes entre los principales estamentos, que al armonizarse la Fiesta recupera su gloria. Lamentablemente, hoy el desbalance subvierte todo, como sucedió este día.

Corrida en donde anuncian dos hierros de un mismo ganadero. El Puerto y su Ventana, incluidas en la lista Negra de ganaderías por la Asociación El Toro de Madrid, sonaban como burla al haberlas anunciado para honrar una de las principales fechas del calendario taurino. Constantes mansadas infames, descastados y sin emplearse en el caballo. Tuvimos la mala fortuna de ver tres de estos toretes (sobrevivientes de un sospechoso viaje) durante la Feria del Señor de los Milagros 2022, y como era de esperarse estaban más para competir con algún Angus o Brahman en la barbacoa, porque ni se dejaban picar.

Bueno, llega el día y meten dos de Victoriano del Río. ¿Qué acaso El Puerto no tiene 8 toros para Madrid? ¿No debería haber sanción a los veedores (¿Florito?) de la empresa por un pésimo trabajo meses atrás? ¡Ahhh cierto! Es que en el cartel estaba Manzanita, el torero del Todopoderoso Zar del mundo taurino, el que juega con los contratos como cromos e intercambia los puestos en sus plazas por otros con el resto de las cinco Famiglias. Camiones que llegan y van toda la noche, cosa que se le conoce como el baile de corrales, es que al torero estético poco ético quizás no le gustaron los del Puerto y la Ventana, prefería los de Guadalix de la Sierra.

Sablazo a lo ofrecido al abonado, como diríamos en nuestro país; te meten la yuca. El modus operandi de estos mercantilistas que arman tarde tras tarde es montar lo que sea, juntemos nombres y ya luego vemos qué se meten de toros. No es gato por liebre, sino choto por liebre. Una jugada que demuestra lo pocos serios que son como empresarios de una actividad cultural. Una ensalada de hierros, cosas que ocurrían solo en América como antes mencionaba Recondo.


Viernes de jolgorio. Hoy todos salimos por la puerta grande.


Nos sentamos en la grada del seis, supuestamente una ubicación alrededor de aficionados muy exigentes, sin embargo no paraban de pasar mozalbetes cargados de bolsas blancas, llevando cantidades de bebidas alcohólicas. ¡Este es el tendido del follón! grita una linda niña delante mío. Vaya lo perdida que estaba, pero mucho más actualizada que uno sobre la realidad del lugar (realmente el desubicado era yo). Durante el minuto de silencio había que explicarles a muchos a quién se recordaba. Se reanuda la música, empiezan los Viva España y las bebidas gaseosas se abren para combinarlas con las espirituosas. El murmullo o los saludes chocando los vasos eran la prioridad, ninguno de estos estuvo atento a la salida del primer ejemplar de la tarde, el inicio de un ritual profanado desde que lo anunciaron.



El primero llevaba el nombre de FARDERO, con el hierro del Puerto. Mala presentación; negro zaíno, acapachado, vareado y con riñones de liebre. En Varas solo fue señalizado en su primer encuentro, en el segundo para variar el puyazo cae a propósito trasero. Un trámite para Manzanita esta suerte. Adrián por saltilleras en su turno de quite. En banderillas fijo, acude a los cites, pero ya demostraba quedarse sin aire al sacar la lengua.

JoseMari inicia con probaturas, innecesarias a nuestro modesto entender porque el Lisardo no tenía nada de nada. Pico, perfil, distancia, pico. Los mantazos abundaban, luego se mete en la oreja. Empieza el show del pegapasismo acompañando con el movimiento de cadera y tronco (pensé que solo se movía el brazo y el resto del cuerpo quieto EMOTICON PENSANDO). El del Puerto no podía con su alma e intenta rajarse en dos oportunidades. La falta de disposición del espada es clara, poco entusiasmo, se olvida que lleva un traje de luces.


Manzanares aliviándose con su fiel compañero de toda su carrera; el pico de la enorme muleta.


Se acula en tablas el de El Puerto, y muere de una entera en el sitio. ¿Estará caliente Manzana porque no recayeron en él alguno de Victoriano?


El segundo otro de El Puerto, YEGÜERO, negro zaíno astifino, no le gustan los adentros y huye al centro del ruedo. Ahí Fernando Adrián empieza con un repertorio de chicuelinas. ¿Pero estos quites no eran para toros que buscan los tobillos?

Varas, el picador coloca al EquiPanzer de costado para recibir al Lisardo. No contento con esto levanta la vara y empieza a barrenar. Para la segunda entrada se arranca pero termina esquivando al EquigarSAURIUS, madre mía. Vuelve a entrar para cumplir el reglamento y se comprueba la mansedumbre, y encima debilidad. Aguado prueba al animal con dos verónicas de calidad y una media soberbia lentísima. En banderillas va mejor por el pitón derecho, la embestida previsible de inválido permite que los rehileteros tomen su tiempo para cuadrar en la cara.


Los Tanques de la ruin cuadra Equigarce.


Muleta. Inicio sin probaturas,ahora toca abusar del pico, mantazos hacia afuera. Ya al hilo del pitón intenta, pero el animal se va parando. La muerte le llega con una tendida entera.


Al fin cambio de ganadería, DULCE nos trae buenos recuerdos de aquel toro premiado al mejor del ciclo isidril anterior. Negro mate, con mucha cara, astifino. Verónicas de poca factura por parte de Aguado.

Empieza la carnicería, ¿Es que el otro hierro ya salía picado de toriles y en estos hay que desaparecer lo poquito de casta que traen? Primer puyazo traserísimo, seis en uno. En la segunda entrada el toro topa, es señalado en la yema, pero el picador Mario Benítez deshonra su profesión haciéndonos recordar las palabras de los antitaurinos sobre la crueldad de la fiesta y vuelve clavar trasero, hunde cuatro veces las cuerdas. Un asco. Nada que rescatar en banderillas, dos pasadas en falso y todas traseras. Una lidia acorde con la tarde.


Fuera de cacho total.


El alivio del toreo posmoderno validando el pico.

Ahora toca la típica faena Aguadista traída del hotel; perfilero, metiendo el pico y pegando el muñecazo a medio muletazo. Obvio que Dulce ya no podía ni con su alma. Cincuenta mantazos que aburren, empiezan a sonar las palmas de tango en son de protesta. Un aviso, cinco pinchazos y dos descabellos.


Lechuga, tomate, cebolla, pepino….aahh ahora toca La Ventana del Puerto en esta ensalada de hierros, y éste también de nombre YEGÜERO como el que había salido en segundo lugar. Protestado de salida, las bolitas (perfección de quitarle el veneno) son clarísimas.

Buen encuentro con el Panzer en la primera entrada, quiere empujar, pero claudica en el intento y se termina arrecostando en el peto. Puyazo trasero en la segunda entrada, esta vez las cuerdas son hundidas diez veces, osea diez en uno. A pesar de esto el toro acude a todos los cites de los garapullos.

A Manzanita no se le ve muy a gusto, aparte que las banderillas para él son un trámite (muleta ya armada durante el segundo tercio), inicia el trasteo pegando el muñecazo que más parece latigazo, osea expulsando la embestida del toro. Pico, la sana distancia, ahora a tirar líneas, todo el repertorio para aburrir y confirmar el Destoreo. Buena ejecución del volapié para dejar la estocada en su sitio, lo único rescatable del estético poco ético.

En una tarde de estas, las esperanzas están puestas en el quinto toro, ya que no hay quinto malo. Se llamaba FRENOSO terminó siendo uno de los mejores (o menos malos) toros de esta Feria. Sin embargo era a mi gusto un poco pequeño para esta plaza, serio de cara, veleto, con prominente morrillo.

Si no reconocemos el juego que dio es porque en Varas hubo poco o nada. En el primer encuentro le tapan la salida con carioca previa. Ya para la segunda entrada se arranca a mayor distancia pero no hay emoción en la ausente pelea. La bravura se mide aquí, desaprobado.


FRENOSO y su codicia por embestir.


Escondiendo la pierna de salida. Las teorías de cafetín dirán que así se liga, falso, esto es Destoreo.

Lo calificaríamos como el toro moderno, osea con la toreabilidad deseada por el sistema. Sin embargo Fernando Adrián no lo aprovechó ya que se limitó a acompañar la embestida. Al natural abusa del contorsionismo, empieza a pegar tirones y la plaza ruge como si esto fuera la pureza extrema. No liga, sino empalma o encadena, esto sucede porque no hay cite enganche ni remate, pero la prensa te vende el cuento que todos ligan. De vuelta a la mano derecha, pues medios muletazos. Finaliza con bernadinas y más trapazos que el público sediento de triunfo jalea. Frenoso no paraba de embestir.
Dos pinchazos, el segundo hondo. Un aviso y tres descabellos. Aplausos en el arrastre para el de Victoriano que se fue con las orejas puestas.


Y si ya habían salido dos del Puerto y Victoriano, pues faltaba otro para emparejar los hierros. RESISTEMUCHO se llamaba el último de La Ventana del Puerto. Colorado ojo de perdiz, impresentable, no escuchamos muchas protestas de quienes usualmente las lideran.


La vara en los medios, descuido total de la lidia.

Castigado duramente en el primer puyazo, ahora sí hay protestas fuertes. Luego de la segunda entrada el toro sale arrastrando la vara enhebrada en su lomo como una banderilla. ¡Que vergüenza de picador! El siguiente tercio es un mero trámite.

Otra vez la típica faena cansina de Aguado. Termina metiéndose en la oreja, lo soba. Al entrar a matar telonazo tapándole la cara, vicio normalizado lamentablemente. Pinchazo hondo, descabello.


El resultado de la tarde. Dios nos coja confesados.


Así es como llenas una plaza con un figura, un emergente y otro que corte el jamón. Lo de menos es asegurar la materia prima que es el toro, total luego ves como cubres los seis espacios y dos sobreros. La estrategia de la ensalada ayuda también a los ganaduros; en caso ninguno dé juego pues el petardo es compartido y se diluye la responsabilidad de estos. En caso salga alguno que se mueva, entonces toda la prensa se encargará de recordar al gran cortejano que salvó la corrida parchada. Como dirían los gringos (y con disculpas a ustedes por el inglés) “Win Win” por cualquier lado, y ni qué decir de lo económico que con la plaza llena y el botellón que se arma antes durante y después...pues también celebran en las oficinas los del colmillo retorcido.


¿Creen que así quisiera Joselito que lo recordemos?


EnriqueCN



domingo, 18 de mayo de 2025

Relativismo Sevillano, Todo Vale / Victorino se aprovecha de nuestra nobleza, nos conformamos con uno bueno.


Hemos regresado a la encantadora ciudad hispalense, paraíso universal y otrora tierra santa de peregrinaje para el planeta de los toros. Siendo conscientes de la degradación general en todas las plazas del orbe, seleccionamos solo algunas corridas para asistir, las demás pudimos verlas a través de las retransmisiones, y complementar con comentarios de asistentes y viejos aficionados en algunos bares y tabernas.

¿Habemus Papam?


La feria había empezado con una mala corrida de Fuente Ymbro (cuando ha echado una buena, y eso que toros le sobran a Gallardo), un toro potable de Alcurrucén (otra que no viene bien, el propio ganadero lo reconoce) el cual tuvo mala suerte al tener al Fandi delante de él. Descastados Jandillas, donde Borja Jiménez se lleva los despojos y emociona a muchos andaluces escuchar Juncal en plena faena. Talavante pueblerino ante un Matillita, y en la misma corrida Manzanares da más que hablar por su traje que por exprimir a un toro digamos “a favor de su estilo” con el cual estuvo en demasía aliviado, y eso que no le movía la oreja lo cual le causa pánico.


Traje deslumbrante, pero no pierde la costumbre de echar la pata para atrás, descargando la suerte ante borreguines de su jefe.


Defrauda Santiago Domecq a pesar de la vuelta al ruedo a un solitario ejemplar. Chivos impresentables de Victoriano del Río con los que RocaRey parecía herculeano (nadie protesta en Zeebiiillla), una verbenera puerta del príncipe en pleno sábado de cierre de fiesta en las casetas (es que debe haber triunfo sí o sí para disfrutar a pleno), y unos Miuras descafeinados que no trasmitieron el clásico terror de otros tiempos, y por esto los 3 matadores de turno abusaron de la portagayola, queriendo normalizar algo que debería ser extraordinario y lo más cerca posible a las rayas blancas, no en los medios.


La idea es emocionarse con lo que eres incapaz de hacer. ¿Sí o No Julián?


Punto aparte, podemos destacar como detalles de buen gusto, las largas de Morante de la Puebla, o los estatuarios ante el Matillita, mismo divino calvo. Tenemos debilidad por los doblones, y Borja Domecq los ejecutó de manera formidable en su segunda presentación.


La crudeza de la Fiesta. Hasta el toro carretón bobo puede en cualquier momento enviarte a la calle de las amarguras.


Pero vayamos a la única corrida que consideramos no habernos arrepentido por comprar la entrada. Victorino Martín lleva muchos años un idilio con la Maestranza. Los Albaserradas de las Tiesas de Santa María son aprobados sin problemas por la junta de veterinarios de la plaza, lo cual permite probablemente enviar ejemplares con reatas de nota alta ya que el filtro de la presencia es secundario en Sevilla.



Tarde de toreros sevillanos en la Maestranza. El Cid que forjó su carrera con los de la A coronada, Escribano que ha quedado en la historia con Cobradiezmos, y Luque quién tiene muchas corridas encima con estos grises.


EL CID


PLANETARIO se llamó el primero de la tarde, generando incertidumbre en el público asistente ya que demoró en salir, uno de los subalternos tuvo que acercarse a los toriles para llamar la atención del cárdeno con su capote. Aun así seguía sin hacer caso. Muy armónico, con salida natural. Se emplaza en los medios, se acampana y empieza a escarbar. Busca los vuelos del capote, llevando el morro muy abajo, gira contrario, sale del engaño huyendo a los terrenos de mansos, zona de toriles.

Debido a la clara mansedumbre había que cambiarle los terrenos para castigarle, Planetario contagió al encargado de su lidia porque muchos comentábamos iba a ser muy complicado picarlo en contraquerencia, por lo que El Cid demoró en comprender que había que hacer avanzar a los picadores a favor de las agujas del reloj. Puyazo trasero, 10 hundimientos, . En la segunda entrada Planetario acude sin problemas al cite, 6 claros momentos de carnicería.

En banderillas espera mucho por el pitón derecho. Un banderillero pasa en falso por el otro pitón.

No se tragaba la muleta, no quería pasar. Se detiene a medio embroque a mirar las zapatillas del de Salteras. Se escuchaba en los tendidos que en la retransmisión lo querían vender como una alimaña. Simplemente un manso, que al pararse se defiende y complica la labor del coleta, pero no pega bocados.

Tres pinchazos y una trasera.


El cuarto cárdeno, CUCADOR, sale a pegar derrotes en el capote. Da la impresión que será peligroso.

Golpe seco contra el peto, que hace despertar a la plaza del letargo. Un trámite el tercio de varas, este público de plaza de primera ya lo tiene normalizado.


A estas alturas del muletazo, llevarlo con el pico conllevará a despedirlo hacia afuera.

Toca el turno de avivarlo, buen recorrido del toro por el pitón derecho al momento de citarlo por los banderilleros. Terminaban de poner el primer par y el matador ya estaba armando la muleta, nadie protesta, debería estar atento a la lidia, más aún por ser el de mayor antigüedad.

Pero a pesar de la supuesta experiencia, se nota el paso de los años y no responde físicamente, no debió regresar del retiro. No le respondían las piernas ante un animal que exigía castigo por abajo, el toreo a la defensiva que ya no se enseña en las escuelas. Mantazos y trallazos, quiere venderlo como inservible.


El Victorino quiere hacer el avión, y El Cid insiste en tirar la línea.


Dos pinchazos, uno hondo. Suena el primer aviso, descabello.

El público despide con palmas a Cucador, más por las incapacidades mostradas por el torero.


ESCRIBANO


Su primero, un escurrido de carnes de nombre VENERADO, sale a rematar en los burladeros. Responde a los estímulos acudiendo al capote.

Mal colocado para la ¿pelea? en varas. Otro al que le dan puyazos en exceso. Tardo para acudir al segundo cite del picador, incluso con amagos de huir. Más abuso del varilarguero al taparle la salida, nadie en los tendidos lo comenta.

Suena la música para el segundo tercio. Escribano cita y coloca los palos a toro pasado. Mejor en el segundo par, entrando en los terrenos del Victorino.


El toro quiere por abajo, pero Escribano se alivia buscando el muletazo a media altura.

El cárdeno prefiere el bulto que la muleta. Al natural responde mejor. Escribano se mantiene citando muy al hilo del pitón. Jaleos sin sentido del público. El torero insiste por el pitón derecho, el toro embiste por trompicones. Raro que Escribano no se cruce con un Victorino, supuestamente era mandatorio con este encaste, a menos que con la dulcificación de los últimos años ya no sea necesario. Vuelve por el izquierdo y mejora la embestida. Casi llega a templar en un natural.

Entra a matar tapándole la cara (otro vicio de casi todos los toreros). Pinchazo. Suena una aviso. Tendida y trasera, atrás comentan que un pelín desprendida también. El público aplaude desconociendo la colocación, madre mía.


Y sale MOSQUETÓN, quinto de la tarde, N 76 con 510 kg. Escribano lo espera de rodillas afuera de la puerta de toriles, predisposición del torero para echarle emoción a la tarde. Luego de la larga cambiada, Mosquetón regresa a la pelea y persigue al percal. El torero se planta y ejecuta buenos lances.

En varas empuja contra las tablas al caballo en el primer encuentro, bien cogido por Juan Francisco Peña. Para la segunda entrada se le coloca a una mayor distancia, como debería ser este tercio, osea de menos a más. Le toca torear a Peña a caballo para que el toro se arranque. Lamentablemente el puyero no acierta. Nuevamente sorprende que el retirarse por el callejón la actuación del picador sea reconocida, como si hubiera protagonizado una gran pelea. Que subvertida están las cosas en esta plaza.

Nuevamente escuchamos la música, Escribano tiene toro para realizar una buena labor con los garapullos. El primer par es de adentro hacia afuera por el pitón derecho, el segundo igual pero iniciando desde el estribo de las tablas hacia el otro pitón. Aplausos al finalizar el tercer par al quiebro por los adentros habiendo estado sentado en el estribo.


Cita sin cruzarse y enseñando el pico.

Hay toro para emocionarse, por eso el brindis. Buen inicio de muleta, muy limpio y por abajo llevándoselo a los medios. La siguiente serie el Victorino busca por abajo la muleta, el torero cita con el pico adelantando la muleta para acompañar la embestida empalmando los derechazos (no es lo mismo que ligar). Insiste por el pitón derecho, cita fuera de cacho y no puede aguantar las embestidas, tiene que recolocarse constantemente hasta que MOSQUETÓN lo desarma rompiéndole el estaquillador. De perfil y metido en la oreja, mientras el gris embiste tragándose los muletazos.


Tirando líneas nunca conseguirás que un bravo sea dominado.

Abre la boca, raro en un Albaserrada. Escribano busca la línea, no la curvatura de la hondura. No para de embestir MOSQUETÓN. Al natural el burel busca la muleta con el morro abajo en el albero. Escribano solo pega uno bueno ralentizando y buscando la profundidad de la redondez. Continúa al hilo sin llegar a embarcar. El toro se mantiene fijo y le gana la batalla.


La sana distancia para el alivio.

Finaliza con medios muletazos por la derecha, ralentizando la muleta. Extraño que un torero de estas características no opte por iniciar la tanda cruzándose al otro pitón. Faena hecha. Suena el primer aviso. Estocada entera tapándole la cara. Vuelta al ruedo para el toro.


LUQUE


Un torero que puede ufanarse de haber matado una diversidad de encastes en toda su carrera, recibe a PESADOR intentando remembrar lo por Morante dos días antes, largas a una sola mano. Da las dos mejores verónicas de toda la tarde.

Luego que el picador le tape la salida, el Victorino se arrecuesta al peto por el pitón izquierdo. Poco castigo para este tercero, a diferencia de los anteriores toros, cosa que tampoco debemos normalizar, a los toros hay que picarlos.

Para las banderillas se destaca el buen recorrido que tiene al arrancarse por el lado izquierdo.

Sorprende Daniel Luque al torear sin cruzarse, también el abusar del pico. ¿Es acaso que ya no es necesario buscar el pitón contrario con esta nueva generación de Victorinos? Recién al cambiar de mano es que va cruzándose. El toro solo pasa y Luque termina metido en la oreja.

Vuelve con la otra mano, muy perfilero, más pico, larga en demasía la tela. Jaleos de otrora público conocedor sevillano.

Para entrar a matar marca bien los tiempos en la ejecución de la suerte, trasera desprendida. Hay petición de oreja.

Ya con los tendidos más tranquilos luego de presenciar los despojos del quinto y el pañuelo azul, es turno de ESTUDIOSO para que cierre la tarde. Templadas verónicas por el pitón derecho. Este cárdeno tenía toda la lámina de Cobradiezmos, osea caja armónica y mirada de rata tierna.

Demasiados capotazos para dejarlo en suerte de castigo, trasero el primer puyazo, el segundo en la yema. Ni habían colocado el primer par de banderillas y Luque tenía la muleta armada, encima toreaba de salón en tablas. Mientras tanto los arpones cayeron todos traseros y el toro constantemente buscaba los terrenos cerca a toriles.

Con el trapo rojo sigue sin cruzarse, se dedica a tirar líneas. ¿Se había rajado en el tercio anterior mientras buscaba huida? Estudioso si que pegaba bocados y tornillazos.

Continua el vicio de taparle la cara en la suerte suprema, trasera tendida. No hay efecto, tres descabellos.


Tan alicaído está esto, que los ánimos en la plaza cambian, conformándose con una satisfacción que no debería ser extraordinaria.

Es triste comprobar que esta es una plaza más, tranquilamente ya pueden lidiarse ganaderías americanas, aquí vale todo y se premia todo. Muy ausente el famoso silencio sepulcral.


Morante no ha matado mal, no le tapa la cara y queda entre los dos pitones para ejecutar la cruz.


La clásico siempre emocionará más que lo moderno.


EnriqueCN